27 diciembre, 2011

La familia

No fue sino hasta el final de la historia -relatada en la misma forma como lo hacía su viejo-, que comprendí la risa sarcástica que aquel niño me mostró. Al día de hoy pienso que fue simplemente una forma sutil de demostrarme que ya no creía en los cuentos de hadas.
 
"Eramos una gran familia, aunque en realidad no compartiéramos la misma sangre. Algunos dicen que nuestra codicia nos obnibuló, y por ello no impedimos los errores que a la postre nos llevarían, bueno, donde estamos; pero ya lo murmuraban en las calles: hijo de tigre sale pintado. Por muchas décadas fue padre soltero, y quizá por ello en casa se acostumbraba a hacer caso omiso de los comentarios expresados por los vecinos, que al no tener figura paterna criticaban la forma en como se llevaban los asuntos en casa. Sin embargo las cosas se ponían cada vez más difíciles, el tiempo parecía evidenciar las grietas del pasado que otrora parecían insignificantes. Al final decidimos enviar a nuestro mentor al asilo, pues era lo mejor para todos, aunque todos los días recurrimos a sus consejos para paliar los errores que se cometieron. El señor Capitalismo yace todavía en una vieja silla desvencijada, mientras sus dedos hacen girar el globo terráqueo que le regalamos hace unas cuantas fiestas. Sin embargo, contrario a lo que pensaría cualquiera, no lo abandonamos; gran injusticia sería creerlo, pues cuando todo se solucione todo volverá a nuestro hogar, y de esa manera, estamos seguro que será radiante la sonrisa que muestre cuando vea que sus conocimientos nos siguen impulsando día a día."

19 diciembre, 2011

Matices

  James Horner


Con los ojos cerrados movía su cabeza cual péndulo. La imagen que sucedía a continuación era su favorita. La verjas de su casa proyectaban sombras, mientras que la luz pálida, la del poste a los treinta metros, provocaba que se intercalaran la luz y oscuridad a través de sus párpados. A su derecha el amanecer comenzaba su ligera y suave aparición. Aquel espectáculo duraba menos de un minuto hasta que abría los ojos y tomaba las cinco sombrillas que había hecho días atrás. El sonido de los autos, las motocicletas y los pájaros que despertaban se mezclaban con el ulular de los árboles del parque. No se trataba de una persona especial, de esas que idealizan las historias, simplemente era una mujer en bicicleta con cinco sombrillas a cuestas. Uno a uno dejaba los artefactos que había fabricado, siempre de distintos colores; los iba depositando al azar en lugares cualquiera, pero nunca en sitios repetidos, todo con la esperanza que alguien los recogiera. Regalar sombrillas había sido su pasión desde hace cuatro años. El rodar de su bicicleta le regalaba esa velocidad libertina, caprichosa y fugaz que suele traer consigo el viento que despeina. Junto al pedaleo constante cantaba versos inventados. A veces las lágrimas se congelaban con la velocidad por lo que a su paso iba dejando atrás, pero otras tantas su música llena de paisajes y versos prestados a su imaginación era tan fuerte que amilanaba el sentido fugaz que representa la vida. Mientras rodaba, sus ojos trazaban el mismo camino que en su cabeza iba dibujando. Al detenerse y dejar su última entrega, pensó que aquellos aparatos que había fabricado durante tantos años protejerían a quién lo necesitara. Mirando el reloj supó no solamente que eran las seis y treinta y cinco, sino también que aquel era el mejor lugar y momento para aparcar su bicicleta. Se acostó a los pies del árbol que había crecido con perseverancia en el jardín de su casa y con los ojos fijos hacia el cielo, se percató que los colores se intercalaban con las ramas. Poco a poco el blanco se fue apoderando de todo, hasta que la luz finalmente consumió la última brisa que se dispuso a salir de su ser y con el viento se marchó.

05 diciembre, 2011

Futuros nebulosos


La contemplación del silencio imaginando algunas veces el transcurso de los sucesos que pasan por los ojos siempre ha aportado el misticismo que se requiere para admirar el mar de noche. La vista tuerta que se rinde ante la negrura espesa que solo  alcanza a traer el sonido de la perfección imperfecta. El vaivén de las olas es suficiente para postergar los males hechos cenizas.El infinito de un cielo agujereado por las estrellas que se cuelan delante de los ojos verdes que sirven de compañía. No hay mejor secreto que vislumbrar lo que otras pupilas no alcanzar a ver. El ligero viento que la Luna conjura y no cesa su viaje hasta que logra rozar los pequeños vellos del brazo, la nuca y finiquita su algoritmo de placer detrás de la oreja izquierda. Todo es una excusa, todo es hermoso y nada deja de ser nada cuando la compañía de un par de ojos cada vez más verdes, quitan el velo misteriosos de algo más que el deseo. Queda poco tiempo y la resistencia se doblega ante el altar de arena sobre el que juntos nos posamos. No quedan promesas que no sean vanas, solo estelas sobre nuestras cabezas, y si nos alcanza, tal vez esta efímera caricia se salve del naufragio que impulsa la cruel aurora cuando nos sorprenda frente al infinito recién tomados de la mano. Nunca desee tanto caminar sobre las aguas que me han traído hasta acá. Siempre añoré con ver más allá de niebla  que mueve este amanecer. Nunca quise tanto desconocer la palabra pasado, la misma que me aleja del presente a tu lado.

28 noviembre, 2011

"Pensando en otros"


Cuando se despertó, lo había hecho creyendo haber escuchado el sonido del despertador. Luego de echar una mirada al reloj supo que se había despertado dos horas y treinta tres minutos antes de la hora habitual. Con resignación, acompañó al desvelo hasta la hora adecuada para irse al trabajo. Al salir de la casa, cayó en el charco de agua que se había acumulado a los tres metros del umbral de la puerta, y por aquel motivo, no tuvo más remedio que emprender el camino de vuelta para cambiarse la media que había quedado empapada. En la marcha hacia el lugar de trabajo, al coche se le estalló una llanta, por lo que tuvo que esperar a que su conductor la cambiara.El retraso que había acumulado hasta aquel momento hizo que se dirigiera tarde a la reunión que la esperaba; mientras que la fiebre que había capturado a sus tres asistentes precisamente aquel día tuvo como consecuencia que su habitual café matutino no estuviera tal y como solía gustarle. Pese a todo su ánimo no decaía, pues justamente cuando estuvo a punto de perder cualquier vestigio de ecuanimidad recordó que la mayoría de gobernados a los cuales dirigía les estaba yendo peor, y que justamente aquel día los iba a sorprender una vez más con la noticia que una nueva crisis los iba a azotar, por lo que las vidas de los administrados se empaparían más que su media, sus ánimos pincharían más rápido que la llanta del coche y el pago de fin de mes ya no sería tan apetitoso como siempre. La presidenta esbozo la misma sonrisa que le dedicaba a las cámaras: al menos los problemas siempre llegan puntuales.

23 noviembre, 2011

Contando un cuento


A nuestro mundo no le gustan las excepciones, resultan muy incómodas de manejar. Fue lo que me dijo aquel señor que escribía cuentos infantiles al inicio de lo que serían la seguidillas de entrevistas que le realicé con motivo del libro que hace unos meses mi editorial decidió publicar a su nombre, y en miras a las ganancias que se podría apuntar la editorial usando su nombre. Al parecer el éxito de sus libros infantiles no pasó desapercibido, y al cabo de su octavo libro, el sobrino que tanto había aportado a la generación de ideas, decidió emprender la batalla legal para reclamar los derechos que le correspondían por haber inspirado las historias con las que su tío entretenía a multitud incontable de lectores. Al mismo tiempo sus editoras, finalmente se habían hartado de lo difícil que les resultaba leer aquellos cuentos con semejantes faltas ortográficas. Y ni que hablar del desgastante trabajo que resultaba de corregir aquellos manuscritos, en parte porque estaban escritos a mano, y si bien la caligrafía era perfecta, no admitía los métodos ligeros de autocorrección propios de las computadoras. En fin, que al darse cuenta que no existía una mejoría ortográfica por parte del señor -todo lo contrario- y tomando como pretexto el bajón en las ventas a causa del escándalo que se llevaba a cabo en los tribunales de justicia, la antigua editorial calculando el riesgo que supondría publicar otro libro, dio por finiquitado el contrato que sostenía con el señor de los cuentos. El sobrino ganó la batalla legal: la totalidad de los derechos de los libros le pertenecían, mientras que su tío yacía en la ruina y sus futuras ideas huérfanas de patrocinio debido a la mala fama que les había otorgado el mismo sobrino. Sin embargo su historia había provocado tanto revuelo que mi jefe se dio a la tarea de ofrecerle un contrato para que yo escribiera su biografía. El señor accedió, y como al parecer este mundo se preocupa tanto por la vida de los demás, inevitablemente el libro ("Mi vida: contando un cuento") hoy día es un best seller.

21 noviembre, 2011

Con voz propia


el señor era un buen escritor de livros infantíles, sin embargo su éxito llegó luego de barios fracazos hasta que comprendio con absoluta klaridad que un adulto jamás podría escribir istorias para niños debido a la naturaleza de su complicada óptica y más importante porque pese a todo, sentían que habían dejado atrás aqueya temprana etapa. Por estas rasones cuando tuvo la idea de dedicarse a transcribir las historias de los juegos que inbentaba su sobrino de cuatro años, el éxito sucedió en su vida de forma rotunda. El problema como era de esperarse, aconteció cuando el sobrino tuvo los primeros deseos ireprimibles de conbertirse en alguién grande. Su fuente de inspiración se había agotado, y fue así como entendió que la única salida que le quedaba para escribir -pues era la única cosa que se le daba bien- consistía en emplear todo lo que habia aprendido de aquellos juegos e historias. Así fue como el señor empesó a jugar y más importante, a divertirse. A escribir gran cantidad de ideas brillantes para otros, pero normales para él. A escribir en tercera persona cuando se referia a si mismo -y con un cresiente número de faltas hortográficas-. Cuando el señor se dió cuenta, olvidó todo lo innesesario para convertirse en el niño que siempre quizo ser.

17 noviembre, 2011

Lucidez proyectada


Durante el transcurso de los años que daban pie al apogeo de la revolución tecnológica, a Luz se le hacía difícil encontrar personas que compartieran su entusiasmo por cualquier tipo de visión artística casi apoteósica; concretamente por el oficio de desentrañar los textos literarios que año tras año alimentaban su mente con nuevas ideas y sueños de un mundo presente que parecía alienarse de su propia historia. Sin embargo ello no le impedía encontrar fascinación por el lenguaje, por la observación y por todo aquello que la palabra rodeaba entre otras cosas. Quizá se tratara de un ejercicio obsoleto, una tarea que había sido cosa de otra época y que lejos de haberse capturado en centros de enseñanza, su esencia más pura revoloteaba todavía en la libertad de la experiencia natural del boca a boca. Indudablemente aquella tarea había sido llevada a cabo por personas más versadas, pensaba Luz; pero su febril pasión no le impedía esbozar una sonrisa cuando descubría que un nuevo pensamiento crecía en su cabeza. Aquella actitud daba como resultado un sentimiento que la acercaba de alguna manera hacia un misticismo cómplice, a personas que no conocía y sin embargo le susurraban; pero por otro lado la dejaban abandonada en un presente lleno de millones de seres que agudizaban su desazón: la de compartir sus opiniones con el riesgo que la ignorasen o en el mejor de los casos se aburrieran. Luz ya no pensaba que el presunto conocimiento de algo aislara a los seres humanos -sería una terrible paradoja, una ironía más grande que una neurona, solía repetirse- sino que su labor poseía esa extraña riqueza que no permite a su forjador disfrutarla plenamente, pues estaba hecha para los demás; y eso en si mismo era su tesoro; de la misma forma que el trabajo de tantas otras personas que la sociedad ignora. Desentrañar la lectura era un trabajo en desuso que para colmo permitía soñar con ojos abiertos y además estaba lejos del suntuoso mundo que comercializaba autómatas como estilo de vida. La caverna solía ser acogedora pero oscura. Desde la lejanía le costaba  identificar con certeza a quienes estaban allá adentro, sin embargo Luz ignoraba que su nombre sería uno más en el epíteto del faro que indica la salida de la caverna. Su nombre ya no era importante, ya que desde adentro solo su sombra se proyectaría.

De pie en el umbral de la caverna, comprendí la lucidez.

03 noviembre, 2011

De engaños


El reloj en la pared daba las seis y treinta y cinco de la tarde. Manuel, quien había arreglado aquella reunión de amigos, había sido el segundo en llegar, justo unos minutos después de Paola. En aquel momento ya todos estaban sentados en la mesa. Andrea conversaba animosante con Carlos, mientras Luciana le rozaba de manera coqueta el pie a Pepe bajo la mesa; la única ausente por el momento era Sofía, pero ella era conocida por su impuntualidad. Luego de haber ordenado las bebidas y mientras todos ojeaban la carta, Mandy preguntó a Manuel el motivo de aquella reunión, dado que no era usual que se reunieran todas las viejas amistades sino era por un motivo en especial. Jorge, la interrumpió para que la vista de Manuel se posara en la rubia despampanante que estaba sola en la barra del bar. Podrías ligartela don Juan, le dijo Jorge. Hasta ese momento, Manuel era conocido por sus historias de ligador de mujeres, así como haberse ganado la reputación de macho alfa del aquel grupo de personas que comenzaban a ordenar la cena. Sin embargo Manuel tenía otros planes, y sujetándole el brazo a Mandy, le susurró <<tengo una noticia que darles>>. Inmediatamente se levantó, y la atención de todos se volvió hacia él. - Como siempre he creído que es mejor ir al grano, y más en estos asunto, les vengo a informar -pues al parecer únicamente ustedes no saben, pensó- que soy homosexual y estoy orgulloso de serlo. La mesa se lo tomó en broma como era de esperar. Sin embargo el semblante serio de Manuel, les daba a entender que aquella noticia era cierta. La mesa quedó perpleja. Justo en aquel momento Sofía había llegado, y ante el silencio que se apoderaba de todos preguntó como es normal, que era lo que sucedía. Luciana, que había dejado de coquetear hace unos instantes con Pepe, la puso al tanto de la noticia. Pero si tú eres un mujeriego, le espetó atónita Sofia. Manuel sonrió para luego decir: - Es para que se den cuenta que los hombres también podemos mentir igual de bien que las mujeres.

27 octubre, 2011

In vitro

Con la duda reposando en la cabeza y la cabeza en su almohada ajena. Con el día atorado en la garganta, la mujer de tacones, campante y hermosa barajaba los dedos en cuenta regresiva. El reciente viaje al supermercado le había despertado esa incertidumbre que yacía bajo sus cabellos y se propagaba en forma de calambres por todo el cuerpo. En la cuerda ambigua de emociones se balanceaba sin dar crédito a su futuro. Su vida era una metáfora en si misma. La noticia estaba en sus manos. Luego, con un rápido vistazo logró enmudecer su angustia al igual que a todo el aposento solitario; de su manos el mensajero cayó. Quietud, vida y una sonrisa que rompía al infinito en dos... en dos, eran dos. Supo que era posible después de todo: su vida era plural, al fin sería madre, pero en aquel momento eran uno. Y al pensarlo, acarició su vientre con ternura.

24 octubre, 2011

Imagen

Ryan Adams - Lucky now


Camino hacia el límite del jardín, donde el techo todavía me protege de la copiosa lluvia que cae. Adelante se encuentra esa figura casi monocromática. El color de su abrigo azul apenas se distingue. La silla de metal hace juego con la mesa de vidrio en la cual descansa su brazo. Se encuentra de espaldas hacia mi. Una ligera bruma se eleva a partir del golpe de las gotas contra el suelo. El hombre roza los treinta y un años. Elegantemente sostiene el cigarrillo empapado pero todavía encendido, al igual que toda su silueta. Existe una cierta quietud a su alrededor, como si el tiempo estuviera a punto de cumplirse. Es un cuadro melancólicamente hermoso, en movimiento. Lleva el cigarro a su boca, se detiene, y luego exhala un sin fin de imágenes. Con cada calada, a su alrededor se dibujan recuerdos efímeros como el mismo humo que se resiste a borrarse con la lluvia. Son viñetas a blanco y negro, o quizá pedazos incorpóreos de vida. Una mano que acaricia el césped lleno de rocío. Un beso donde nace el cabello atrás de la oreja. Varias paradojas que rozan el pecho. Las risas en medio de la nada. Una Luna que acompaña los pasos. El vino que reposa en una mesa. La pintura entre los dedos. El roce áspero y delicado de cuatrocientas páginas. Las botellas de perfume alineadas. Un apretón de manos. Un telón que se abre. Cicatrices en los codos. Incluso un retrete multicolor. Un reloj nuevo seguido por un tiquete de cine, de avión, de tren o tal vez solo sea una factura. Una carcajada fortuita me parece que flota, pero puede ser solo un llanto en silencio. Varias sombras abrazadas, cientos de sonrisas posando para una fotografía. Una barra de bar y una cama con sabanas desperdigadas. Estoy embelesado por el desfile de acontecimientos que veo pasar y que me es imposible relatar en su totalidad. Estoy enamorado de aquel cuadro en movimiento. Sin embargo una pausa en aquel hombre me advierte que la mano que ahora frota su cabello, es signo de que también es un asesino de pensamientos. Ha sepultado su crimen en una nube de humo que toma la forma de cabello. Es el precio de la vida; de todo aquello que se escoge y  se vive. Es la anestesia de aniversarios deseados. Son fantasmas secretos...
Mientras las gotas casi apagan mi cigarro, me he percatado que un niño con conciencia me observa a mis espaldas como quién devela los secretos de un cuadro. Ambos hemos caído en cuenta de quienes somos, pero no estoy seguro de ser quién yo era. Algo falta o todo cambió; es la duda, o acaso es la lluvia que difumina la figura de suelto cabello que se quedó entre nosotros.

10 octubre, 2011

Autorretrato


Cuando dio inicio el mes de Junio, Antonio calculó que pronto se cumplirían siete años desde que se había mudado de casa y se había propuesto desmentir toda su vida. Durante aquellos años se había dado a la tarea de practicar eficazmente la costumbre de mentir, al punto que su habilidad le había conferido una comodidad que no lo hacía echar de menos los días en que de su boca se articuló verdad alguna. Mentía sobre cualquier hecho, desde su edad que a menudo fluctuaba como su profesión, hasta sobre su nombre. Incluso cuando a menudo lo detenían por la calle para preguntarle algún detalle tan nimio como la hora, solía añadirle un par de minutos a su respuesta. Por otra parte en las ocasiones en que no se le ocurría nada que decir dejaba que su silencio hablara por él, y de esta manera no quebrantaba aquel juramento que se había hecho a si mismo siete años atrás. Aquel peculiar estilo de vida había logrado acoplarse con naturalidad a Antonio, actitud que lejos de traerle periplos, le había generado dichas, por lo que se podría pensar que la balanza de la fortuna y felicidad que inclina las vidas, se inclinaba a su favor sin perjudicar a otra persona.
Lo cierto es que desde que había dejado la tierra que lo vio nacer, las personas que ahora lo frecuentaban poco sabían de su historia; o al menos sabían lo que Antonio quería que supieran, que resultaba casi lo mismo. Fue así como aparejada a la decisión de alejarse del confort natural que llevaba en su país natal, Antonio pensaba que de alguna manera los cambios en sus recuerdos simplemente habían evolucionado en otros que ahora lo hacían más libre y feliz. Pero de ser así ¿Sus mentiras serían exterminadas por una nueva verdad? ¿Sería posible que en su afán de mentir, la sinceridad se abriera paso de manera tan inverosímil e irónica? Sin duda las personas que ahora lo conocían a pesar de su aspecto honorable y respetado, no tendrían asidero alguno para desconfiar de él o al menos de sus ideas alimentadas por contradicciones que enturbiaban el pasado, maquillaban el presente y ataban su futuro ¿Tendrían sentido aquellas preguntas?
Los pensamientos se mezclaban de manera tan frenética, que ni siquiera se percató del hombre que tenía enfrente y le preguntaba su nombre por segunda ocasión. Se trataba del anfitrión del "Blue artist restaurant". -No lo sé- respondió un Antonio al que le sudaban las manos. De repente, fue la sonrisa inquietante que se dibujó en el rostro del anfitrión la que le hizo comprender a Antonio que la respuesta que había pronunciado unos segundos atrás se trataba de una verdad absoluta y contundente.

04 octubre, 2011

Tragedia


Con una mirada adusta marcaba el ritmo incesante de las letras. La melancolía desbordaba por sus dedos, pero sin lágrimas que pudiera lamentar. Una mandolina, o quizá un violín marcaban el compás de sus pensamientos. Titilaba por sus ojos el pasado, mientras el presente se daba prisa por perdurar en un instante de futuro que quizá no llegaría. La certeza de la mortalidad nunca había cruzado su mente. Había vivido lo mejor que se había permitido. Los errores siempre fueron su sombra perpetua, más a ellos solo podía agradecerles su verdadero aprendizaje; la gracia con que otrora se había movido con elegancia. La virtud que le había entregado la vida a través de aquella persona de la cuál se había enamorado. Aquella mujer que enarbolaba la pasión con sus besos. Que tejía la unión de las estrellas cada vez que sus miradas se encontraban. Llena de candidez y ternura solía dibujar las caricias cuando en la penumbra se encontraban. Eran ahora palpables las imágenes fugaces que cruzaban sus recuerdos. Habían disfrutado tanto durante el pequeño lapso que la vida les había permitido. Y ahora quedaba solo la minusvalía del desencanto de despertar de un sueño. La tragedia acaece sobre los románticos solo para recordarles lo valioso y efímero que es. Desde el día que murió, ya no había tacto que reencontrara el calor de aquellos muslos, ni la estela de humedad que alguna vez sustrajeron al alba. Todo se había desvanecido a través de tantos años. La ironía de Shakespeare llegó al momento que terminó de escribir su última carta. Ahora él la vería en algún otro lugar, le entregaría las cartas que había apilado a lo largo de su vida. Un lugar desconocido por los vivos, pero transitado por quienes deben a lo efímero su existencia más rotunda y significativa: los amantes.

23 septiembre, 2011

Península de color


Con una honestidad brutal la pasión le crecía de entre las manos con la intensidad con que el idiota intenta capturar el humo con su mano. No conseguía calmar las mariposas -de color montaña- que antaño se anidaron junto al desorden que crecía en su estomago cada vez que la veía. El humor, perdón, el amor, es un cigarro que sin saber intentas dejártelo adentro; no te mata su presencia adictiva pero sí su ausencia intempestiva; le había dicho con tono solemne la última vieja en la playa del último mes, la de los centavitos. Ah, la historia repetida, se moría cada año el calendario repleto de locuras, la baba de los callejones, la furia de las excesos y la pasividad de una melodía ensordecedora, atronadora quizás, pero nunca desafinada en su silencio rocoso. El sentido de la existencia lo había encontrado esta vez en la cama de arena, en la tarde de Montezuma, rodeado de calles y colores, de sonrisas arbolescas, de ardillas intrépidas que nunca paraban de comer recuerdos. Qué juego más maravilloso el perpetrado por todas las olas que nunca paraban de juguetear mientras el sol las excitaba con su toque gentil que se perdía en el horizonte. Los renglones no se agotaban, la idea principal era una desconocida, el pasado había pasado demasiado rápido mientras el futuro siempre se anidaba con la prisa de quién corre y respira el viento de Malpaís. Las letras llenas de bruma, inverbes, codiciosas o tal vez maliciosas; se esforzaban en formar nuevas palabras con su ya nada inesperado sentido bígamo de juntarse unas con otras sin aparente orden, o al menos fidelidad. Que pintura hacen las gaviotas cuando le roban al agua sus frutos, mientras los árboles eclipsan el clamor del arte de fornicar, o de "amar", como algunos suelen etiquetar. Que juego y que ganas, que tranquilidad y que ojos (que libertad) que iracunda la noche, que pronto se alejará y solo será asidero del vacío de la luz con sabor a paraíso junto a la brisa salada que rebota en la piel como bálsamo de alegría desenfundada. Cuán brutal es la honestidad de una pasión que se ha escapado de las manos que ataban a la cama. Cuán caprichoso es el recuerdo de una concha marina que sostiene la subjetividad de la mano citadina. Más que un "Pura Vida", eres nuestra tierra. Entre tus hojas, el tiempo se nos volvió a agotar. Hemos regresado, pero no somos los mismos (una vez más).

14 septiembre, 2011

Passĭo

Oscar, abogado por enseñanza y escritor por convicción; cada año se daba a la tarea de crear nuevas obras. Inéditas y elaboradas tramas. Extraños personajes que no solo lo acompañaban en su delicada soledad, sino que le aportaban  disfraces con los cuales llegaba a reinventarse cada noche que terminaba de escribir. Durante el ocaso que terminó de pintar su vida, Oscar miró su espejo, y aquella imagen que le devolvía la mirada era desconocida. Asumía que no se trataba de otro más que de si mismo, sin embargo no llegaba a reconocerse. Finalmente, cerrando sus ojos y dejándose guiar por el apasible y delicado hilo conductor; se perdió en la intricada y ambiciosa telaraña de su imaginación, para ya nunca más volver a despertar.


"Tener capacidad para una pasión y no realizarla es limitarse y mutilarse". El crítico como artista. Oscar Wilde

08 septiembre, 2011

Hipocondría televisiva

Los resultados de un estudio realizado por la Universidad que patrocina este noticiero, han demostrado que aquellas personas que sobrepasan el nivel promedio de inteligencia, tienden a padecer lo que comúnmente se denomina inestabilidad emocional, lo que explica el aislamiento o dificultad para hallar pareja o mantenerla, de quienes hacen uso de una mayor capacidad cerebral y no corazonal. 
Inmediatamente, el presentador añadió: <<Parece que el coeficiente es inversamente proporcional a la posibilidad de enamorarse>>. Luego de escuchar la nota informativa de parte de aquel tipo de sonrisa histriónica; Cloripanto y Magonia se miraron, y sin decidir nada, cada uno aguardó el momento ideal para romper ese absurdo silencio.

30 agosto, 2011

La loca

Daniela se daba prisa para finalizar los últimos detalles del proyecto. Intentaba apurarse porque sabía que de no alcanzar a tomar el tren de las cinco, tendría que abordar un taxi, y dada la lluvia, esto último podría demorar indefinidamente. El reloj marcaba las cinco menos diez, y los pensamientos de Daniela iban y venían entre el trajín actual y las ansias de llegar pronto a la cita de las seis. Finalmente terminó. Corrió a la oficina de su jefe, le entregó el proyecto, se excusó y al cruzar la puerta se sintió aliviada. Tomó con apuro las pertenencias que se desparramaban en el escritorio y se precipitó a la salida. En el apuro que la había hostigado, se percató al llegar a la estación que el abrigo lo dejó colgando de la silla . Era demasiado tarde para regresar, y para empeorar la situación; el tren acababa de partir sin ella a bordo por supuesto. Ordenando sus ideas, se dispuso a tomar la opción del taxi. Aliviada de haber hallado tan pronto uno desocupado, decidió relajarse. Maquillándose durante el recorrido, y a pocos minutos de llegar al restaurante, cayó en cuenta que la cartera había quedado en el abrigo; mismo que ahora estaba a treinta minutos de distancia, recostado en la oficina. El pánico de no tener con que pagar, pobló su cabeza. Tratando de pensar cómo salir de aquel embrollo y percatándose que el conductor era un malhumorado que difícilmente la dejaría salirse con la suya bajo cualquier excusa, solo pudo ocurrirsele una solución. De repente Daniela comenzó a hablar. A conversar, siendo más exacto. A conversar como si viajara acompañada. Lo hizo de tal manera que el conductor no pudo más que reparar en aquella peculiar situación. Al notar que no hablaba por teléfono, una mezcla de curiosidad y temor se apoderó de él. En ese instante, la charla imaginaria de Daniela pareció convertirse en una pelea. Y justo en ese momento pidió al conductor que se detuviera. Se bajó del taxi de manera veloz a unos metros del lugar de su cita. El conductor al percatarse que no le habían pagado el servicio, la llamó. Daniela dándose vuelta y con total desparpajo le contestó que su exnovio le pagaría, porque ella no aguantaba viajar un solo minuto más con aquel individuo que recién le había confesado su infidelidad. El taxista pensando que era una loca, se alejó del lugar mientras que ella, luego sonreiría por haber llegado puntualmente.

25 agosto, 2011

Chupa-chups

Por aquellos años, Mario era conocido por llevarse a la boca por lo menos 3 veces al día una paleta de dulce, siempre de distinto sabor. Sin embargo su fama también se debía en el supuesto parentesco que tenía con un tal Don Juan, así como de brindar a sus conquistas, algo que al parecer los demás hombres no podían o no sabían: un celestial cunnilingus, o al menos así lo comentaban ellas. Por eso aquella noche en que de forma inesperada llevó a su apartamento a la mujer más hermosa y deseada de toda la facultad, no le extraño a nadie, por el contrario, despertó los usuales aires de envidia de sus compañeros. Finalmente luego del foreplay aquella mujer descomunal y de astucia tan  semejante a su belleza, entre jadeos y dejando entrever un tono de malicia le dijo a Mario que era hora de poner a prueba su afamada dote lingüística. Mario jactándose como siempre, esbozó una sonrisa al mismo tiempo que le ayudaba a la gravedad para bajarle la ropa. Sin embargo algo ocurrió que él no tenía previsto. Un bulto de vello más que abundante, prácticamente ciclópeo, se interponía como una muralla entre y su área de trabajo. ¿Pasa algo? le preguntó ella conteniendo la risa. Como una chupa-chups eh! terminó agregando aquella mujer que se erguía ante él. Dándose cuenta que estaba entre la espada y la pared, y olvidándose de que aquel día había sido el más caliente del verano, Mario comenzó aquel ritual que tan bien conocía. Desde aquel momento, Mario sustituyó las paletas por los Halls. De ahí.

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El anterior post así como este, contienen "guiños literarios" hacia Flavia Company, cuyo libro trastornos literarios me acompaña desde hace unos días. Espléndida escritora.

23 agosto, 2011

La última palabra


Aquella mañana Ramírez se despertó embargado por un sentimiento resoluto. Por un momento le fue difícil creer lo que estaba a punto de hacer. Prueba de ello es que por poco da marcha atrás a la postura recién adoptada. Sin embargo tras una riña con el espejo se dijo que aquello era definitivamente lo mejor y no iba a dejar pasar la oportunidad de tener la última palabra sobre el asunto. Rebuscó entre sus papeles y encontró el número telefónico de Anastacia. El tono de espera del teléfono unicamente sirvió para acrecentar sus pulsaciones cardíacas. Realmente no podía creer que luego de veinte años, había dejado de lado el amor platónico sentido hacia Anastacia, y ahora estaba a punto de decírselo. Era el momento de acabar con aquel aire de arrogancia con el que ella lo había tratado producto de la develación de sus sentimientos. Finalmente del otro lado del teléfono despertó una joven voz. Ramírez se limitó a preguntar con un marcado acento cobarde por su ahora ex amor. Vaya golpe el recibido cuando la joven y amable voz le anunció que Anastacia -quién era su madre- había muerto dos días atrás. Ramírez colgó el teléfono. Perplejo y con una rabia creciente, no podía creer que ella hubiera muerto pensando que él nunca la pudo superar. Que momento más inoportuno para morirse. De ahí.

Énfasis Lúdico

(Sin género)


- Cuán falsa eres realidad, cuando caes en manos de la libertad.


Tormentas de memoria recurren a su arisca actitud y la taciturna mirada reacciona en tardanza cuando no reconoce el nombre al que responde pero recuerda cuando la llaman. Atento y sigiloso, sabandija pericolosa, colibrí con escamas de piel que nunca pierde la calma. En vigilias eternas pretende culpar al horizonte mezquino y ocioso que veloz desaparece tras la cortina de sus ojos. Patria monocromática que llama y quema. De repente pierde el talento que a bocanadas lo consume y el tiempo siempre asesino que termina absuelto e ileso mientras se fuga por la ventana de una mañana. Sentada y pensante do' nadie la encuentre: bebe y ya no siente la tertulia, bebe y ya no consume, se cansa pero no se sacude de la monotonía que emana sin poderse evitar. Y mientras a ritmos disonantes se acuesta, siempre empapado despierta, con el grito ahogado que deja el futuro de un trueno que en pendencia clama por el apetito añejo y voraz que en cuentos redime al héroe pero que en las letras siempre esconde el pensamiento inefable, vacilante y canalla de las camuflada y vertiginosa realidad. Es hora de empacar su morral. Camina saltando, como debe ser. Se aleja finalmente con la misma prisa con que la gente siente y piensa. Desfallece en el intento. Cae como remolino al suelo y los pensamientos le pesan. Se deshace de ellos. Quiere jugar y no simplemente mentir para decir la verdad. Aprisiona su bolsillo con la mano de saludar, con la mano de escribir sin pensar, con la mano que la libera y la cuelga de nuestra libido. Y en los restos de cortés locura, se despide con un paño hecho de los sueños que siempre la obligaron a renunciar ante la mítica realidad de la cual siempre quiso no despertar.

11 agosto, 2011

Negro temor


Lejos de sus pasos, de su infatigable memoria y de sus bondadosas caricias que provocan un temblor de espanto en mi cuerpo acompañado de toda clase de pensamientos paranoicos; me reencuentro con el desequilibrio que roba la quietud de espíritu. Entre articuladas batallas de infinita y horrorosa quietud me asomo; infructuosos, reiterados, cansinos y anesteciantes terminan resultando los acontecimientos que posteriormente terminan por aplacar y confundir a mi razón. El mundo continua transcurriendo en su neutralidad apacible, como si intentara pasar de largo a la ventana que me devuelve la mirada. La cuchilla siseante del tiempo que me apremia se apretuja en una amenaza con cada paso que la acerca a mi lado. La mujer cuervo, de presencia perpetua, de vuelo seguro aunque cansado, ahora cambia su mejor careta con cada metro que le gana su andar a la puerta que nos divide.
Siento el terror en cada letra que escribo, lo hago rápido pero no consigo dilatar la perpetuidad del olvido que no se cansa de esperar. La decadencia se apodera de mis páginas y oscuros son los presagios que llenan la habitación. Pronto ella abrirá esa única defensa, y  con palabras asesinas por cariño, buscará aniquilar el trabajo de mi soledad, las odiseas anacrónicas y sin final, la constancia del ímpetu que propulsa el viento que amolda los infiernos de mi locura, haciendo de ellos la esperanza de paz y eternidad  que mueve mi escritura.
Es demasiado tarde, ahora la veo con su andar amoroso que me impregna de una caridad que corroe. Ahora la veo dispuesta a encarcelar las quimeras de mi arte con la censura de su pastillas. Ya no veo mi enfermedad ni su amor. Qué significa esta locura, escucho en un leve clamor. Todavía la veo y no deja de ser demasiado tarde.

10 agosto, 2011

Breves anomalías (Autocrítica)


Comentario de autor (actualización)


Cual si se tratara de una fe de erratas (pero no lo es porque este post es verdaderamente insalvable), me toca escribir a manera de autocrítica (haciendo uso de ese alter ego probablemente)  que estas espantosas "breves anomalías" no se escriben ni se deben escribir, que le falta mucho ritmo, técnica y una terrible creatividad de la cual carece entre otras cosas por supuesto. Sin duda alguna buena intención se puede esconder; pero por otro lado,  el infierno está lleno de ellas, no? En otras palabras, queda claro algo: Fue una metida de pata publicar esto, y por ello pido disculpas a mi estimado amigo Miguel por desperdiciar de manera sobrada una idea suya, y en especial a los potenciales lectores y huelga referirme de quienes ya leyeron.

                                                                       ______


Ocho años de pareja acumulaba mi amigo José cuándo me contó de sus planes de casarse. Nunca lo tomé en serio, hasta que un día desperté y supe que las borracheras habían terminado. En el obituario leí su invitación de matrimonio.

Rizado era su pelo, claros sus ojos, como si solo existiera una forma de matar el tiempo a su lado. Con ella platiqué cinco minutos hasta que el autobús me acorraló. Bajé, y en ese momento nuestras vidas disiparon el atardecer que detuvo el reloj de la memoria que nunca perdoné. (desconfiad del reloj que comprime el presente para luego desatar el recuerdo)

Fumando, simplemente fumando; simplemente mirando. Simplemente la vida escapando con la Luna que se escapaba en coplas de mis manos.

03 agosto, 2011

Lamento del árbol

 (Patetismo prosaico)

Motherhood - Alexandre Desplat


Había vuelto a mis viejos hábitos, los únicos que no me abandonaban, los difíciles, los genuinos, los dañinos y los que daban más vida que cientos de cantos de sirena. El oído permanecía intacto a las advertencias del pasado, mutilando las consecuencias ya quebradas que no se cansaban de llevarse lo que nunca me habían dado. Era incomprensible y difícil de reconocer la muerte de la vida en el más acá. El ataque de tos me reencontraba. El temblor de la mano derecha al sujetar el buen cigarro, la canción siempre retrasada, atajaba los pensamientos hacia ella, siempre la misma pero con diferente nombre, cuerpo, olor y cualquier cosa que la mantuviera igual; porque lo mismo nunca sabe igual si relente se mantiene... Vaya verdad más segura, obsoleta y cobarde la que entonces impidió que alcanzara su mano cuando intentó quedarse a mi lado. Faltaron centímetros decimales. Que lamento más patético el derrochado. ¡Que viejos dioses conjuran el tiempo perdido que atormenta con mudas cadenas mi espalda con el suplicio de existir sin tú presencia! Cuán cruel es el fantasma que saquea la argamasa que sostuvo mis noches de inspiración; la que una vez germinó de sus suaves cabellos desnudos de inmortal belleza, cayendo a favor de un rostro cuyo único error fue despertar los celos de la vida misma, que alejóse de su lado para dibujar el vacío que ahora se anida en el tosco cuenco de mi lamento. Y sin más cantos que llenar, el cuerpo en árbol transmutó, para yacer en la vereda de la tumba que mancilla tú nombre; y así, permitir a mis ramas rozar tú voz que desde antaño con el viento se cuela en el silencio que me habla del fin del mundo.

31 julio, 2011

Desvarío "deductivo"

Ella no sabe lo que quiere
Él solo la quiere sin saber
Ella es indecisa y él está enamorado.

Él no sabe que ella lo quiere
Ella solo sabe que lo quiere
Querer es un silogismo sin sentido.   

En las mentes reza "Sapientia ducit ad astra"  (la sabiduría lleva a las estrellas); pero en mi delirante osadía agrego que solo el amor lleva a la felicidad, y que el hermoso arte de guiarse por ambos conduce no menos que a la inmortalidad. 

20 julio, 2011

One way

Cuánta rabia no pude contener. Impotente en las puertas exteriores del aeropuerto, mientras ella... bueno, ella ahora emprendía un vuelo con destino a Singapur. Mis manos vacías se aferraban a mis brazos en un intento vago para no llorar de desesperación. Maldito avión finalmente grité. Maldito aeropuerto. Maldita aerolínea que no la regresó a mi lado. La secuestró con descaro; y sin más, por presunto error se llevó mi equipaje sin devolvérmelo.

18 julio, 2011

Hermosa degeneración

    Prelude and Fughetta  -J.S. Bach- Glenn Gould

Luego de seis meses, las personas habían comenzado a mostrar una conducta extraña, un hecho alarmantemente inédito. La gran mayoría de la población sufría colapsos mentales que no tenían explicación alguna. Al inicio de los acontecimientos  la gente parecía reír más e incluso salían a las calles hasta altas horas de la noche. La población penitenciaria había disminuido casi en su totalidad. Los parques estaban llenos, las parrilladas pululaban, incluso el tráfico funcionaba -generalmente- de maravilla. Era como si la revolución hippie que había pregonado la paz y el amor hubiese llegado al éxito con varias décadas de retraso, o al menos eso era lo que se decía en las primeras planas y segmentos de los periódicos y noticieros -antes que cayeran en decadencia-. Sin embargo ahora la demencia parecía apoderarse de las personas conforme transcurrían los meses, los índices de muertes auto inducidas (como se le oyó decir alguna vez a aquella preciosa huérfana) habían incrementado, al igual que el síndrome del ermitaño.
Y mientras todo esto ocurría, aquel escritor que bebía un vaso con agua,  se preparaba un cigarrillo con tabaco añejo -aquel que con precaución (y previsión) había guardado cuatro meses atrás-; para luego abrir la ventana del tercer piso y por fin fumar. Todos le creían un degenerado cuándo escribió en  la que fue su última columna, que el ser humano es tristemente incapaz de vivir saludablemente, en paz y armonía, por lo tanto el tedio de su reciente "perfección" lo terminaría volviendo loco. Oh, ¡cuánto reía ahora! sin duda el ruido de su alegría lo convertía en la ironía más grande del planeta.

13 julio, 2011

Atracción universal

Eran distintos (todos lo sabían), sin embargo cada tarde ella lo espiaba abrigando esperanzas. Por fin llegó el día en que arriesgándose como una completa bruta insensata, se abalanzó sobre él; pero la acción resultó tan torpe y desafortunada, que aquel cálculo erróneo terminó golpeándoles duramente en la mollera. Sin embargo él la tomó gentilmente, la contempló extrañado y de pronto algo brillante y espectacular comenzó a brotar de los ojos de ambos; el éxtasis recorría cada centímetro de ambos cuerpos... hasta que él decidió levantarse a toda prisa, dejándola tirada en el pasto. 
Y así olvidada sin más, la suerte de la manzana se perdió junto a su audaz inspiración.

09 julio, 2011

Porque este es un bello mundo

Porque cuando la tristeza intenta colmar la vida, el corazón nos enseña que lo mejor que nos queda es cantar, porque con cada canto renunciamos al miedo del fusil enemigo.  Porque el perdón es más difícil pero también más grande que el rencor. Porque perdonar es amar, y amando es la única forma de vivir. Porque en Chichicastenango aprendiste que podías ser feliz porque nos dejabas una canción y nosotros que una canción nos bastaba para ser felices. Porque recordamos que no hay mayor sabiduría que la alegría. Que no hay fronteras solo hermanas y hermanos. Y por eso a pesar de todo hoy juntos cantamos que este es un nuevo día para ser feliz.

Gracias hermano, gracias Facundo.

05 julio, 2011

Delirio de una mariposa

  Climb - Ennio Morricone


Abrí los ojos, sabía que iba tarde pero sin embargo salí de casa bajo la amenaza de lluvia y las contradictorias miradas que se lanzan al intentar locuras. Era loco lo sabía, pero resultaba demasiado tentador el hecho de transgredir la seguridad que los permeaba. El jardín resultaba una imagen peligrosa e incoherente y fugaz e ingeniosa que acabó por recordarme la vida. Las gotas de agua colgando parecían la música que llena las constelaciones ansiosas por posarse en aquel verde bohemio luego de haber sido transportadas por el veloz y sutil...
Ahí estaba la oportunidad, así que me elevé: la belleza del paisaje me obnubiló. El riesgo de morir nuevamente era alto, pero valía la pena. Todo parecía tan pequeño y sin embargo era un mundo inmenso, presto para ser tomado. De repente esa sensación de vértigo se precipitó hacia mis vísceras, subió a los aposentos que guardan el aire y me cortó la respiración justo antes de que le hubiera dado el primer mordisco al mundo haciendome caer en cuenta que todo había sido un sueño; todavía me encontraba encerrado en el capullo sedoso junto al miedo volátil que me hacía rasgarlo para escapar hacia lo imposible.

02 julio, 2011

Carta de un bicho

Siempre me veía, o al menos eso creía yo. Cuando estaba ahí. Sí, ahí sentado viendo el vacío, o al menos eso creo que pensaría que estaba pensando yo. Nunca quise creer lo contrario porque hubiera sido atroz; ya sabés por eso que dicen que todo es transitorio; pero que le vamos a  hacer… Los premios, la gloria, los chismes de siempre; y de repente las manos me crecían, los pies se alargaban, era como un lobo, porque me estaba transformando en lobo –en lobo de mar imagináte-. Y siempre la nocturna, el viene y va, el sinsentido, todo podía pasar y yo me lo imaginaba. Pero casi siempre todo lo detenía, justamente cuando comenzaba a convertirme en uno de esos animales que se ve por la tele, y probablemente deben existir en otro lugar o en otro planeta –porque la tele no miente, incluso cuando la enfocaban y embelesado como un idiota dejaba que las pupilas la atraparan hasta el verano siguiente-.
Pero bueno, todo era cierto hasta que me golpeaba la razón ¿o sería al revés? Siempre ignorante. Y los amigos y cuentos de siempre; de un lado a otro nos llevaban, como las nubes cargan a la lluvia y esta se suspende en la gravedad hasta que toque el suelo, ese suelo infame que devuelve a la realidad. Otro año en la vida de los minutos que son como hormigas ¿y cómo medirán el tiempo las hormigas? Seguramente lo miden por lo que hacen, y por eso son más inteligentes que yo. Sentado la veía, las cortinas de su cuarto anunciaban otra cosa, y yo  era un miope infiel ¡cobarde, embustero, genio! Era lo que se me ocurría cuándo alzaba la vista y no la veía. Pronto aparecerá, estoy seguro. Pero el calendario era cruel y ya había pasado, otro mes, otro fin de semana y siempre incompleta. Andá, salí, que allá afuera está la Luna aguardándote hasta que otro se la robe.

20 junio, 2011

Otoño

Nina recién se había desprendido del sostén dejando al descubierto sus pequeños senos mientras que los tímidos pezones apuntaban a la cara de Martín. Este a su vez corroboraba que aquel par de tetas no coincidían con las que había visto en revistas y películas porno ni tampoco se sentían como había imaginado. Son pequeñas y suaves: son impresionantes pensó, al momento que rozaba levemente aquella aureola del seno derecho con la punta de sus dedos. Nina río; quizá no tanto por las caricias involuntarias, sino posiblemente por la expresión de Martín, que no era otra que una mezcla de curiosidad, fascinación y evidente excitación. 
- ¿Lindas eh?- dijo Nina, mientras contenía su risa. - Son tetas, no naranjas. Martín había ejercido una leve presión pero al escucharla, salio enseguida de su ensimismamiento con una risa un tanto ruidosa que terminó por contagiar a Nina de alegría. La mirada de ambos se encontró, dándole la impresión a Martín que aquel momento era el más feliz que había vivido. Nunca te despeinás, alcanzó a escuchar cuando sus manos torpes rodeaban la desnuda cintura de Nina. Luego todo el recuerdo parecía desvanecerse entre sonidos ininteligibles.
Dieciséis años desde aquel entonces la situación de Martín no podía ser más antagónica: hambriento, su pierna izquierda se podría, sudaba a causa de la fiebre contraída y se encontraba solo. Alcanzó a arrecostarse en las raíces descubiertas de uno de los tantos árboles que poblaban aquel espeso bosque. Estaba consciente que la muerte lo esperaba de manera inevitable, respiró de manera profunda aunque entrecortada, y fue entonces que el temblor de sus manos le recordó aquel momento vivido con Nina.
Sus últimos pensamientos se dirigieron de manera armoniosa y automática hacia aquel instante en que el mundo se había abierto para verlo renacer. Con que así es, se repitió en aquel momento mientras pasaba la torpe mano derecha por su cabello, como si intentara peinarse por última vez. Un reflejo le esbozó una sonrisa, y aunque fijos, sus ojos se clavaron en las hojas que caían de manera perfecta.

15 junio, 2011

Las ventanas

Sinfonía nº 3- Beethoven


Resultaba un día caluroso de Junio, la luz de las nueve y treinta de la mañana se abría paso a través de la ventana entreabierta para que una vez adentro de la habitación, se quedara suspendida danzando con las partículas de polvo que flotaban a su encuentro. La mezcla de olores que despertaban, llenaban aquel cuarto dando la sensación de cierta armonía característica de los sábados matutinos. El perfume todavía impregnado en la ropa y aquella sensación de frío en la cerámica insistían en conjuntar el almizcle que emanaba de las personas que recién amanecían. Un cuadro apacible y mudo que horas antes se contrapuso con silencios agujereados por los jadeos y el sonido que dejan los cuerpos cuando se rozan. El sudor despedido se confundía y se acomodaba bajo la piel de las espaldas, los pechos, los muslos, las manos y el sexo, los rostros y el pelo, los dedos y todas las demás partes que habían sido testigos presenciales del desborde hormonal de ambas personas que yacían ahora separadas y con los ojos abiertos pero con un aparente espasmo que agarrotaba las lenguas e impedía hablar.
Miró su reloj y las cuatro y treinta de la tarde golpearon su impaciencia que insistía en reflejarse a través del bamboleo de su pie derecho que no cesaba de moverse vertiginosamente. Volvió a mirar el reloj de pulsera y por enésima vez hizo los cálculos propios a los husos horarios <<Si aquí son las cuatro y media, allá son las nueve y treinta>> se repitió mientras su vista se perdía en el ventanal que tenía enfrente. Era evidente que Cecilia se había retrasado una hora, cosa que no pasaba por alto para Jorge, quién siempre había disfrutado la sobrada puntualidad de su prometida.
-¿Y a partir de ahora qué pasa?
- No sé - respondió una risueña Cecilia, para luego agregar - Pero sé que hoy no me quiero casar.
Bruno frunció el ceño para luego acometer diciendo.
-Eso es hoy, pero mañana..
Mañana, pasado mañana y todos los días que hayan de llegar, interrumpió una Cecilia que ahora se tiraba de espaldas en la cama de Bruno.
Mientras tomaba las llaves de su apartamento con cierta preocupación; quizá la misma que suele acompañar como sombra a la conciencia; temiendo la posible respuesta de aquella mujer, Bruno se decidió preguntarle del por qué de la drástica decisión de dejar a su amigo Jorge.
-Hoy confirmé que no estoy dispuesta a perder toda la libertad de divertirme y gozar con quién quiera y cuándo quiera -. Y tirándole un beso sonoro acompañado de una risa de niña juguetona se despidió de un Bruno que salía por la puerta.
Y mientras aquel hombre cruzaba el umbral que daba a la calle con una evidente seriedad, y Jorge amasaba preocupaciones que explicaran el por qué Cecilia no había contestado el teléfono; ella ahora reía y bailaba con los resquicios de polvo que iluminaba el Sol de las diez y treinta de la mañana a través de una ventana abierta de par en par.

29 mayo, 2011

Acuse de recibo

  Song without words, Op 109 - Interpretada por Yo-Yo Ma


Eran las cinco de la tarde cuando Victoria apretaba el paso para tomar el mismo autobús que la llevaría de regreso a su casa luego de la jornada de trabajo. Por las calles caminaba ataviada con un sueter azul marino para resguardarse de la leve llovizna que había prevalecido durante aquel lunes y que hasta aquella hora no había menguado un solo momento. Todavía faltaban unos cuantos minutos para llegar a su destino cuando de la acera de enfrente arrancaba un autobús repleto de personas. Cual caprichoso velo sutil que se desliza por la ventana, se hallaba un hombre solo sentado en la banqueta de espera, meditabundo y como si admirara el horizonte que escocía la acera; Victoria supo reconocer las facciones de aquel personaje que ahora aparentaba un poco de más edad que otrora recordara. 
Sentados uno al frente del otro, se hallaban Máximo y Victoria. Siempre nos terminamos de encontrar cuando vamos en direcciones opuestas le comentó a ella. Victoria esbozó una sonrisa mientras continuaba bebiendo las palabras que Máximo articulaba. -Debe ser que nunca nos ponemos de acuerdo, y ya ves que la vida se empeña en tirarnos de un lado a otro- Insinuó ella. Llevaban cinco años de conocerse, y desde aquel momento Máximo se le había insinuado a Victoria en varias ocasiones; sin que ella lo aceptase de pleno. A veces la diferencia de edades resultaba el impedimento, otras eran los distintos sendos que querían tomar, mientras que siempre terminaba ganando la excusa -cierta pero no terminante- de los amores de papel que reinaban en su vida, vida que empataba con los momentos en que el seis años menor de Máximo le acariciaba el inicio de su cintura luego de algunos prodigiosos y azarosos cuentos de pasión confabulados con ojos de enamorado. 
Finalmente, había llegado el día en que Máximo al parecer agotado por el desgaste que le producía la fidelidad con que aquella mujer respetaba al novio de turno; aún cuándo ello fuera en detrimento de su amor propio y la pasión mutua, culpa de la estabilidad buscada amén del dicho recitado por su madre que no solo de amor se puede vivir; acabó por distanciar año y medio a Máximo.
Victoria terminó de navegar por aquel recuerdo, y entendió que sus fracasos sentimentales solo agudizaban la certera deuda de amor que tenía con aquel individuo que encontraba luego de tanto tiempo al frente suyo, con la distancia de una calle entre ambos, solo acató a observarlo con la esperanza que le devolviera la mirada. Por instinto o quizá cansancio, levantó la cabeza y la observó, ella sonrió pero la mirada de él estaba ausente; se llevo la mano a la bolsa y sacó unas monedas, miró hacia su derecha y el autobús que esperaba llegó. Victoria clavada al suelo y con la sonrisa de Canio, lo supo perdido. Finalmente el armatoste móvil arrancó, pero al otro lado de la acera seguía Máximo de pie.

13 mayo, 2011

Hermana cronopia

Charlie Parker- Bird's nest


La cronopia examina sus monedas y ante la indiferente mirada de los famas, le arrebata la tempestuosa libertad, y así mientras camina, va soltando sus monedas, una a una, paso a paso, como si intentara sembrar su dinero o al menos eso es lo que piensan el resto de cronopias; todas disfrazadas de famas, pues a estas les encanta actuar y ataviarse como personajes importantes y suntuosos que se escandalizan ante el despilfarro que hace la cronopia con el dinero que tan celosamente guardan los famas originales. ¡Vaya espectáculo! Ahora las esperanzas con mirada disimulada estiran sus pies para atrapar aquellas monedas que la traviesa cronopia y su locura, hacen tintinear en la calle.


Al monstruo. Gracias Julio.


09 mayo, 2011

"__________________"

Hoy mi creatividad reside en el hecho de convencerme que escribir sobre la nada merece el mismo espacio y derecho que el rebelde numen que sale de los dedos cuando golpeo las teclas lleno de algún humor. 

¡Insípida nada, frágil e irónica nada! Tú muerte es solo la resurrección de algún artista.

28 abril, 2011

Belleza

  Música de Pedro Ferrer (continua en el primer comentario)


No quiere soñar despierta, ella que cobra por lo mucho que regala. Quizá repetida e innombrable consigo misma, pero tierna y grácil para con la injusta mala palabra. Tiene piernas largas y aguarda paciente sobre la calle, entre esquinas infinitas y peatones ausentes. Ella se distingue con su vestido de gala; el lila amanecido abraza a la noche mientras el frío no alcanza a congelar lo que esconde en sus caderas. Invita a los amantes a pagar por quitarle cada mañana la ropa del ayer. Carga en su bolso el beso de la infancia, el corazón con lluvia y un Quijote de páginas arrugadas.
La clandestinidad le cobija y siempre se arropa luego del placer ajeno. Se pinta el amor de forma elegante con su ya consumido labial. Siempre camina lentamente y con comisura traviesa roza ilusiones que pastan en veranos faltos de calor; ella de belleza inacabada. 
Hablamos de la banquera de caricias y lágrima dura, que por nosotros hoy encarcela el prejuicio de sus deseos tras el negro de sus ojos y el amargo de su sexo. El polen crece en su piel sin la necesidad del Sol: oculto de la tristeza que corre por sus venas y que antes del despertar se apaga, como recluyendose de los curiosos sentimientos que quedan en la garganta y amenazan con despuntar al alba; ajenos a los ojos de golondrina y primavera que la esperan en casa.

26 abril, 2011

Las patas del comercio

Malagradecidos, les di años de mi vida y así me pagan: son unos mercenarios h... Y mientras todos los días se escuchaban los gritos del chino por lo mal que pintaba su economía; la gente del barrio decidía comprar en el nuevo minisuper construido: no por ser mejor, sino por  quedar más cerca (al otro lado de la calle). 
Parece que caminar también se vende a precio de costo.

23 abril, 2011

De saltos y princesas


La mañana estaba perdida y las montañas florecían en azul. Y como la explosión del cigarrillo al estrellarse contra el suelo, se le termino apagando la ilusión de vivir sin la soledad de a uno. Entre las sabanas despertaba la silueta de un muerto repetido con sabor a perfume y a labial ajeno. Se sentó, y percibiendo su voz ronca, prefirió pensar en la certeza que el viento (o ráfaga; como se autocorrigió en aquel instante) del amor ya lo había usado, la experiencia arruinado y la edad finalmente alcanzado. Vaya vida esta, pues ya parecen no quedar princesas ni basta probar solo con besos.  Fue lo último que dijo la rana antes de atravezar las puertas del repetido presente sin mañana y con resaca a desazón.



Y como buen  23 de abril, les recomiendo "El Puente de Alcántara" de Frank Baer.
Felíz día del libro.

P.D
Felíz cumpleaños Ángel ,vaya día para cumplir años eh?!

07 abril, 2011

Bolsillos vacíos

He perdido la objetividad. No soy más que el vidente callejero que transita un incierto pasillo al eco de un sonido advenedizo tan lejano y frío que enmudece el rotundo viento de la soledad. De repente siento polvo y mariposas; el resto es locura.

01 abril, 2011

Placer críptico

No entendieron cuando con el lápiz gritó: "¡Aprendamos a jugar sin reglas para dejar de tomarnos tan en serio!"
-Qué putada representó aquello para el control-


Homenaje a Ellas y Ellos.

31 marzo, 2011

Metamorfosis

Inexpresivo pero con la determinación de levantarse de la mesa. El reloj del celular marcaba las once con cinco minutos de la noche cuando tomó su abrigo y como si al fin las palabras añoradas rozarán su lengua, logró articular: -Cuidado, que en los viajes sin brújula se puede terminar con la pregunta ¿Soy tan similar a los hombres de los que tanto me burlé?- La mano displicente de ella se apropio del encendedor, restó importancia a lo sucedido y prendió un nuevo cigarrillo. Con pies resolutos y manos ágiles dio un paso adelante, la tomo de la mano izquierda y le deseo suerte. Ella no creía en tal cosa y él lo sabía. Silencio.

28 marzo, 2011

" Ynconexo "

Y él tenía más seguidores que comentarios en los post, hasta que llegó el día que sucedió lo contrario. Ahora soy más popular, le dijo entre risas al monitor.

Y ahora la receta contra los hincha-cojones. Sí, esos que comentan igual que en otros 20 sitios -o que nunca soltaron el copy/paste-:  Moderación de comentarios... y si no lo posee en su hogar, déle al botón que tan apropiadamente emula a un bote de basura.

Y mientras ellas se cuidaban de sus mentiras, él le temía a su sinceridad.

Y fue así como a pesar de encontrar a los mismos bloggeros en varios sitios, por fin cayó en cuenta que internet era más pequeña de lo que pensaba, cuando supo que su novia tenía un blog donde escribía todo lo que callaba cuando se encontraban. Ahora ella tiene un curioso seguidor menos y a él le quedan 6 vidas.

21 marzo, 2011

Temporada

-Música de Wolfmother-


El tiempo nunca suele ser puntual, le dijo ella mientras la luz de la tarde recorría suavemente aquel rostro: la punta de la nariz, la sonrisa veloz e incluso el sol encontraba la forma de reflejarse en el iris derecho. El ocaso bañaba su imágen de anaranjado haciéndola lucir más bella de lo que se podía permitir habitualmente. A él su corazón le latía despacio, como si pretendiera sincronizarse con la velocidad con que aquel evento significativamente extraño transcurría delante de sus ojos. Y fue así como en un destello, los segundos esperaron lentamente para darle a entender que todo había cambiado. Súbitamente su expresión ya no era la misma, y antes del preludio que saldría de la boca de ella; sonrió y acabó añadiendo: - Quizá no es puntual, pero sin duda sabe cuando llegar.

17 marzo, 2011

Ladrona de pasiones

 "Recordad que la sabiduría del corazón es la ignorancia de la razón, y sin recuerdos por que luchar solo quedan interminables cuentas por saldar"

Mi manos hortelanas encontraron su permanencia en el principio y fin de tu bondad. En los perros que ladran a la libertad, mi corazón se despoja de patriotismo, alcanzando a izar las palabras que hoy fermentan la nocturna soledad. Y mientras en el umbral del olvido vuelen las gaviotas del amanecer, prolija y sincera sera nuestra voz que pretenda arrebatar al silencio su menguada clandestinidad.

15 marzo, 2011

Lunar de madrugada

- Música de Serrat, palabra cómplice-

Lunar arrepentido que tropiezas con los minutos sombra del ayer, mientras el brillo del vientre revela el secreto de tu belleza adormecida. Lunar arrepentido, tatuaje gratis que reposa contra la piel. Velcro que une los minutos de arena que caen con tu vestido. Lunar arrepentido, que despierta la tormenta de la mar y la nostalgia del medio día. La partida es más dura sin la tinta de mis besos que dibujan tu lunar arrepentido, escondido y lleno de cariño.

24 febrero, 2011

"Page 1"

Martes 22 de Febrero de 2011

" Es claro que el sexo ocasional -e incluso el de muchas parejas afectuosas- trae las virtudes/placeres y hasta poderes curativos que ya he experimentado, sin embargo ayer encontré en el bar a una tal Aubrey o Ms. Murdock, como deseaba que la llamara -rubia intrépida-, que me ha dado mucho más que las horas de goce que se terminan lavando con una ducha. Hablar con aquella mujer totalmente inesperada luego de un acuerdo tácito para encontrar el idioma en que nos comunicaríamos, logró seducir las horas que sucedieron a las 10 pm en un ambiente como el que solo provee el mar. Tocando conversaciones inteligentes - de esas que no se precisan todos los años-, recubiertas de risas tan espontáneas que no son más que el alimento del mismo espíritu -y del cortejo común que coincide con la perfección atea de ambos-; permitió dejar algo más que la huella febril que se borra con la marea, algo más que el recuerdo de sexo que se añeja con los días, en su lugar me dejó algo inusual: besos de sabiduría; y eso no se añeja, eso perdura a la vida misma.
Probablemente estoy loco y mañana puede que vuelva a las batallas fermentadas con sudor desenfrenado, pero al menos a ella la recordaré por encima de las que vengan por hacerme mejor hombre, no por el momento en la habitación, sino porque juntos nos bronceamos en una noche plagada de risas, caricias, servilletas con tinta y neuronas. Todos pueden coger, pero no cualquiera puede pensar.
Ambos nos vivimos, pero sé que ella seguirá siendo una de las odas a la mujer inteligente..."

17 febrero, 2011

Amanecer

El joven se ve en el espejo, se sienta en la banca con aquella imagen en la mente. Se ha equivocado con su idea de amor. Prende el cigarrillo sin desesperación; los minutos ya no le calzan en su paciencia. Las calles son bifurcaciones que definen decisiones. Toma de su vaso el whisky mientras los coches atraviesan su vista. Se ha dado cuenta que ya no es aquel joven, sino un hombre que refleja los calendarios en el rostro. De su boca transita la frase de manera imperceptible pero con significado rotundo: Be better.
De repente toda ha cambiado pero continua amaneciendo.

14 febrero, 2011

Titulares sin venta

En vista del tema de libertades, mi conciencia se sacude y le atribuye a Egipto las ganas de sacar a San Valentín del calendario junto a sus ministros de mercadotecnia que andan por ahí intercambiando rosas por cerebros. -De revoluciones-

Resultaba irónico su miedo a las alturas, considerando que por más pequeña que ella fuese, en la cama era una gigante que no dudaba en viajar a la luna cada madrugada. -¿Acrofobia, o minipost fuera de contexto?-

De facebook sabemos que es un zoológico moderno, que con pantallas como rejas retiene a millones de animales. ¿Twitter? No es un zoológico, sino un circo que consta de actos de 140 palabras. -Alienándonos o enREDandonos-

Cuando aconteció aquel 14 de febrero, Mario, autoproclamado dandi de las letras, escribió a Rumenilda tan funesta carta de amor que esta última luego de mostrársela a sus amigas, justifico la pésima calidad de la prosa de su amado argumentando que a "Marito" a veces le costaba trabajo reflejar todo su amor e intensidad pasional en un papel. A sus amigas sin embargo les pareció que "Marito" era un idiota más puesto en evidencia. Desde entonces, él aprendió que es mejor parecer un estúpido a tener que abrir la boca y confirmarlo... o en este caso escribirlo. -El dandi caído-

11 febrero, 2011

Oscurantismo literario

Ante el empeño editorial de hacer proliferar a cierto(s) tipo(s) de "escritor(es)", en las afueras de aquella librería promocionaban la última moda: "Halls visuales". Según decían, con la intención de quitar el mal sabor de vista luego de que se contempla tanta mierda escrita (y que continua publicándose en detrimento de la inteligencia de los lectores).

08 febrero, 2011

I ricordi della musica (La stagione)

"Volevo dirtelo, prima di andartene"

(...) Lilas, eran lilas las hojas que caían mientras se mecían aquellos árboles. Un tanto melancólico según recuerdo, y sin embargo la belleza sobrecogía todo a su alrededor, como si esperase capturarlo en un momento eterno: atrapar al sol con una mano, o quizá en un beso mientras el atardecer dilataba su abrigo. El cáncer no era suficiente para aminorar la sonrisa que desperdigaba a mi alrededor, luchando por hacerme olvidar las preocupaciones; insistiendo en luchar más que por la vida, por el amor de una temporada que vale más que esta eternidad bizantina: más que nosotros mismos. Era la melodía que encantaba la primavera y apaciguaba la luz del alba hasta su último aliento. El tiempo se acaba con las manecillas, las temporadas caen junto al pelo; pero sin importar, aún hoy sos la esperanza de mi amanecer...

26 enero, 2011

(H) ay inconstancia





-Creedence- (música que teletransporta)

Mientras se acaba el usual cigarro de la 1 de la mañana, recurre a la mente: hay que ser muy vivo para no morirse, hay que cumplir años para alargarle los brazos al reloj (solo para fastidiar), hay que coger antes que se acaben las ganas, hay que aprovechar la experiencia antes de que ya no haga falta: ¡Ay! que pensar no cuesta nada pero se hace tan poco. Hay que disfrazarse de uno mismo, y mientras tanto la barba sigue picando, los libros en memoria, la sangre circulando, la música sonando, los ignorantes mascullando y la chica villana que sin hablar pregunta: ¿Que carajo estás esperando? ... Bah, que la vida no son voces; pero parpadeos inconstantes...



Diccionario (de bolsillo)

Narcisismo: Feliz cumpleaños a "yo" + 9 días.
Incógnita: La edad de Alejo.
Seducción marina: Acento salado que recae en "che".
Cómplice: La puesta de Sol en Playa Carmen, CR.

14 enero, 2011

De 14 y 16 -ecléctico(s)-

Música de Joe Purdy

Los cuentos de siempre. Las Sombrillitas de color rojo en espera de la celosa lluvia. Las palabras atrapadas, las fiestas de cumpleaños: te acordás que cumplís pronto me dijo la flaca. Los prostitutos enamorados que aman más que cualquiera y se desilusionan más que nadie. Las vírgenes que se tocan al lado de su pareja deseando a su vecino. Las trompetas del juicio final resonando en cada latir de adrenalina freudiana. La rompecorazones que piensa en soledades que todavía no llegan. La última mano en la nalga: en mi nalga, o en la nalga de cualquiera. La bombacha nueva que ha de pasar inadvertida. Los besos de nicotina y licor. El hombre que solo creyéndose joven aprende, aún cuando es un viejo a la vuelta de la esquina. El gato negro, la ideología, el rico sin sentido, la confianza, los cementerios llenos vidas inconclusas o de suicidios neuronales; todos forman parte una estrella fugaz, de una conversación o de un minutero: ¡vaya a saber uno! Mientras tanto hay amores cercanos, holas, cagadas y marihuana también; mentiras crónicas que viven sin saber su verdad o verdades que desean ser mentiras. Vidas ajenas, risas en la cama e historias de bartender. Adrenalina ¡claro! Mucha adrenalina, pero también apatía deseando armonía. Harmónicas que cantan solterías a falta parejas o de anillos que piden tiempo para la soltería. Muertes, renaceres y orgasmos, espías como la vecina o inspiraciones como las de Dylan. Siempre son los mismos cuentos inverosímiles, puros palíndromos, puras premoniciones artísticas de memorias atrapadas por el sueño. Y por eso este sin sentido va para vos flaca, porque siempre escucho lo que decís y porque te acordaste del bar que llamaste “sugestivo”, sí ese que se llama“Trío”, donde celebraré hoy viernes14 tu cumpleaños, mientras vos celebras el mío el 16 en quién sabe que lugar.

Feliz cumpleaños Lucy. (eclécticamente cliché)

06 enero, 2011

Procrastinar





Música de Clint Mancell


“Subestimar el recuerdo, es empacar unos calcetines sucios en el equipaje que naufraga en los almacenes de una memoria que tiñe de futuro el presente impostergable. La indecisión es la reencarnación del ayer.”

Las circunstancias obligaron a Victoria a cambiar su número telefónico antes de lo deseado; mientras los antiguos dígitos del móvil murieron en la espera de una llamada desde hace 2 noches. Fernando se enterará al cuarto día; pero para ese entonces la ilusión de ambos yacerá a 96 horas bajo tierra. Al final, solo permanecerá aquel cartel de publicidad como único testigo del encuentro aquí relatado, que mofándose del infortunio y haciendo gala de su ironía, todavía reza: “Dilata el placer”.

02 enero, 2011

1 Enero - 2011

Quisiera despojarme de formalismos y nacionalismos arrogantes -y estúpidos-, no para desearles un año repleto de éxitos interminables; sino para que en la larga lista de contrariedades y derrotas que se han de presentar de forma inevitable; surja la fortaleza incólume de triunfar luego de fracasar, pues solo en los fracasos es posible medir la fuerza necesaria para alcanzar las victorias del espíritu humano. Que se abra paso el hambre de conocimiento, y que la espesura de los tiempos en que vivimos, nunca nuble nuestra vista del horizonte justo del niño o niña que construye la inacaba fábrica de sueños que no es otra cosa que la perfecta y plausible búsqueda de la felicidad.
Nunca paren de aprender, nunca dejen de vivir, nunca cesen de soñar; pero más importante: nunca interrumpan el amar. Después de todo, ¿Qué sería de la victoria sin la derrota?

Felices oportunidades, Feliz año.