18 mayo, 2015

La furia del instante


Se escribe con furia atronadora, con el fuego que cocina lo que en el corazón se ha quedado, las experiencias atrapadas en una recámara que ahora se quema y libera los pasados. The trill is gone cantaba B.B. King y no se equivocaba al sentenciar la naturaleza de todo. Se vocifera a los dioses a través de un constante hilar de palabras que agudizan la estela de sentimientos. El artista no se detiene, encuentra su humanidad cuando más la busca en un afán sediento de delirio, es un heroe trágico, es el tipo que trabaja en la soledad que otros desdeñan. Puede vérsele una impávida mirada mientras se encuentra en los infiernos en los que a menudo navega. Es la renuncia de todo para entregarse por completo. La imaginación y memoria constituyen el cielo por el cual surca su osadía. El misterio que rodea la creación del universo es el mismo que envuelve el génesis de la obra. Es un caos, un insulto a la pasividad, es una idea que evoca miles de años de constante transformación que ha logrado transmitirse a través de las misma sangre e historias que ha mantenido vivo el fuego de las desdichas, de la miseria y la esperanza, de la alegría y la soledad en la que se fraguan los pensamientos más íntimos de cada ser humano. Ese enigmático personaje a menudo inocula la realidad de los individuos con perspectivas únicas y logra abrir dimensiones que permiten el encuentro cataclísmico de mentes sin duda atípicas, para que de ellas brote la singularidad excitada que deslumbra. La vehemencia con la que incurren los descubrimientos no suele ocurrir con frecuencia. No cabe duda que continua siendo una rareza el hallazgo de personas que irrumpan con fuerza e ímpetu en el imaginario íntimo de cada uno, por ello tales acontecimientos deben ser maximizados con la mayor pasión, pues al final de cada historia el artista deja su rol para convertirse en la persona que siempre fue, un contador de historias que en un pequeño momento dentro de la transformación perpetua de nuestros universos, logró llenar el espacio de toda una vida. La eternidad es también la comprensión de sus instantes.

1 comentario:

  1. Un inventor de emociones y sentimientos, éso es lo que también representa un escritor. Al fin y al cabo, las palabras solo son signos que encierran interpretaciones por parte de los ojos quen las leen. Y tu modo de lanzar ideas es profundo y embriagador. Un placer leerte.
    un abrazo

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