05 enero, 2012

A luz de candela

Diario #7
5 de Enero de 2015

Hoy 5 de enero, día en que se conmemora el apagón mundial, me ha hecho hecho pensar en todo lo que hemos vivido y como lo hemos sobrellevado. Al inicio cuando se dieron los apagones diarios en la ciudad, todos pensábamos que había sido producto de la negligencia de la compañía eléctrica; sin embargo la seguidilla de cortes -cada vez más prolongados conforme pasaban los días- me hizo comprender que era todo el país el que los sufría, y posteriormente el mundo entero. Recuerdo que luego de cierto tiempo comenzaron a surgir diversas teorías que explicaban el por qué las ciudades se quedaban en la penumbra luego de que sol se ocultaba. Cierto grupo argüia que se debía por las tormentas solares, o al menos creo que así les llamaban, otros culpaban a los anarquistas que siempre protestaban contra el estado, y por supuesto la gran mayoría se inclinaba a favor de la tesis que decía que se trataba del fin del mundo. Creo que al día de hoy nadie sabe explicar lo que pasó, o cómo inicio. Lo cierto es que al inicio se dio una gran cantidad de desempleo, seguida por una paulatina aparición de fuentes laborales que otrora se creyeran obsoletas -arcaicas por demás- pero que se tornaban más relevantes para el quehacer cotidiano que cualquier otra cosa; esto debido a que las fuentes energéticas tradicionales no daban a basto para los millones de habitantes que poblaban cada país. Los postes de luz poco a poco fueron quedando como remanentes de un pasado normalmente futurista. los automóviles escaceaban y se veían como cosa de otra época. El ritmo de vida se apaciguo, y aunque al inicio existió un caos que asustaba, ahora desde la terraza de mi casa a las 9 de la noche, se respira una tranquilidad que hace 4 años era imposible. Lo cierto es que lejos estamos del fin del mundo, pero pienso que esta "generación de 1800" (como nos suelen llamar) está más cerca de una humanidad sin precedentes, que al menos por ahora, me hace sentir privilegiado. La luz de las candelas se consume, y las necesito para escribir otra entrada dentro de unos días; por eso me digo: buenas noches.

7 comentarios:

  1. Si seguimos consumiendo al planeta, pronto volveremos a las candelas y las viejas máquinas de escribir.

    Abrazo y buen año!!

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  2. Ay, los cortes de luz en pleno verano son los que acallan mi deseo de ser dama decimonónica (anacrónica, claro)

    Abrazo!

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  3. :)
    y yo pensaba que hasta el 21 de diciembre no conocería como se acabó el mundo, pero tú lo has descrito con mucho arte y sin duda con elegancia. Acabar con la electricidad sería volver al siglo XIX? (chico de esa generación...) y entonces tendríamos que replantear toda nuestra vida. Cómo conservaríamos los alimentos? (sin frigorífico), cómo nos ducharíamos, sin agua corriente, no habría coches porque ya se agotó el petróleo (la peli MAD MAX de M. Gibson y T. Turner), luego las industrias y las fábricas... es demasiado pensar para tratar de entender una existencia sin electricidad y energía.

    gracias a tu dedicación como escritor, es fácil imaginar...

    un abrazo
    :))

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  4. No creo que podamos salvarla, el problema no está en la tierra, si no en nosotros...

    Besicos

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  5. Debería de haber apagones programados, para que la gente valorara mejor lo que tiene y aprendiera a administrarlo.

    Y a disfrutar de nosotros mismos.

    ¡Feliz Año!, Alejo.

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  6. Buenas, y largas, noches para ti también.

    Saludos

    J.

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  7. Por estas latitudes se habla de apagones programados regionales para "disminuir el impacto ambiental", a pesar de que sea en realidad, para disminuir el impacto en los bolsillos.

    Un abrazo grande.
    Sole.

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