28 febrero, 2010

Hoy pospongo mi entrada, pues deseo expresar mi vasto sentimiento de solidaridad, aunque sea a través de mis simples palabras, al pueblo chileno que sufrío un grave episodio. Porque a pesar que me duele -disgusta- que tenga que ser bajo las circunstancias del desastre que nos demos cuenta que tenemos el mismo color en la sangre; la calidez de la hermandad que emana de la madre América no se debe olvidar, así como el lazo de mismo sufrimiento que nos une sin importar las fronteras,

Alejo

21 febrero, 2010

Una carta de (des) amor.







Sara,
Las razones por las que escribo esta carta no las conozco; quizá porque no hay motivos que explicar ni vacíos que llenar, solo pesadillas de las cuales despertar. Me he convertido en un monstruo indescifrable que simula amor para acostarse con mujeres que se compadecen de lo que no entienden. Miento si no lamentara aquello en que me he transformado justo cuando cae la noche y la Luna me desprecia mientras yo la maldigo.

Eres la bestia que con artimañas me moldeó, un ser que encuentra sospechosos sentimientos como el amor o la compasión y se ríe de la decadencia que se abre con cada paso, con cada perfume indeciso o con cada muerte que das: eres Frankenstein y yo soy tu mayor creación.
El dolor es lo que me mantiene vivo, algo neurálgico que me hace querer vivir de ti. Como un loco busco parecerme a la vaguedad de la sociedad que me rodea y dedicarme cada noche en la soledad del apartamento a escribir a nadie. Quisiera dejar de pensar por un rato, quisiera solo sentir, entender ese sufrimiento humano que irónicamente es capaz de mostrar lo extraordinario que podemos ser cuando pareciera que la esperanza se ha apagado: entregarme a la más complicada simplicidad y convertirme en el humano que una vez fui.

¿Alguna vez has pensado en el significado del sacrificio? ¿El anteponer tus sueños por quienes amas. Pensar en la felicidad que eres capaz de legar a costa de tus heridas. Decidir ser la última en desagrantarte porque en la terquedad crees ser más fuerte que en realidad eres, y sin embargo en las noches de desamparo te doblegas ante la soledad de un espejo?. Es inútil que te pregunte eso, pues ni yo soy mejor que la enfermedad que nos rodea ni tú eres la cura que a veces quisieras ser. Todo es una estúpida utopía. Somos los monstruos que hemos decidido ser, y nuestro secreto será mentir para que nadie nos reconozca.
El amor lo vendí en aquel café, y con lo que me dieron a cambio compré el dolor desahuciado que se atormenta con recuerdos que queman y devoran todo a su paso; incluso he llegado a pensar que la única forma de escapar es que me odies, al hacerte creer que maté y borré cualquier resquicio de aquel tipo que llegaste a conocer, ¿no es acaso absurdo? Sí, escapar como un cobarde que desea no haberte entregado toda la pasión que desbordaba mi boca.
Espero que no me busques, pues no quiero ser encontrado (sé que no lo harás pues te falta valor para arriesgarte); siempre has sabido que escucharte envenena a este ingenuo corazón.
Estas letras no esconden ninguna artimaña más que la verdad de un mentiroso. Al final decubrí que mis palabras son en vano, pues a tu lado nunca pude conocer el amor, solo ilusiones misteriosas que me hicieron besarte en momentos inesperados. Por ello evita las palabras que me dijiste alguna vez, olvida el consuelo, destruye la amistad, y si alguna vez sientes ganas de llamarme, no se los hagas saber, pues para esos momentos recuerda la sombra que quedo al lado de tu cama, para que liviana y silenciosa, te sirva para ponerle el mejor rostro que conserves de mí y en el desahogo, le hables de lo que nunca nadie se irá a enterar
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Ernesto

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19 febrero, 2010

2. ¿ Vos sabés qué es el Amor?.





Light my fire, Gracias por la extraordinaria sugerencia


Sentados en la acera, a las afueras del portón del departamento, ese pintado de negro viejo, con un fondo estelar dibujado por un firmamento nublado; se encontraban ambos amigos, 15 años de amistad con un trago de ron cada uno mientras la charla se prolongaba como las horas del reloj que entonaba las 2 de la madrugada.

- ¿ Y que pensaste con la pregunta de la srta Buller flaco?. Le pregunto Sebastián con aire paciente a la posible respuesta de su amigo.
- Una sola cosa la verdad, pero mi respuesta fue más un acto reflejo que algo conciente. No quería manchar a esa mujer con mi pasado. Sin embargo luego de contestar indudablemente pensé en el motivo de aquella contestación, y llegué a la conclusión de ver lo que uno hace para vivir, aunque estés agonizando.
- Y ella que hizo?.
- Me vio de una manera que sentí que sabía que mentía, una mirada de compasión, de enfermera, de querer conocer la profundidad oscura de mi mirada, de querer llenar mis palabras.
Sebastián calló, pues silencio era lo que ocupaba Ernesto, mientras este repasaba aquel momento:

...Quizá son los momentos que parecíamos compartir una misma felicidad, o mejor dicho que construimos la felicidad del otro. Que comulgabamos la misma risa, las mismas penas. O quizá cuando fuimos capaces de llenar la melancolía que ambos cargábamos, hasta el punto de derramarla y sustituirla por esas caricias que solo entendíamos nosotros, ajenas al mundo egoísta, incrédulo y malintencionado que nos rodeaba. O a lo mejor ser nosotros mismos, sin necesidad de guardar las apariencias que demandaba el señor de bastón en la esquina, la joven que maldecía por no haber comprado las zapatillas que hubieran combinado con su cartera, o el amigo que pretendía ser la utopía de si mismo. La idea de haber compensado por fin los fracasos pasados, de creer haber logrado el ideal con que pudo haber soñado alguna vez cada uno, de haber logrado enlazar todos los amores en una sola vez; de tener la certeza que sentíamos lo mismo, de reírnos de los cliche que nos veían con cara de incredulidad; de conocer cada rincón del cuerpo del otro, y sin embargo embriagarnos de fantasía al descubrir la sensibilidad inexplorada. De compartir los silencios con las manos entrelazadas. De soñar como adultos y vivir como niños: sin importarnos nada más que nuestras locuras. Esperar alegrarse al ver la sonrisa del otro: era como ver un espejo. Burlarnos de la nada que antes de conocernos nos llenaba, pues en aquellos instantes de comunión eramos todo: la música, la poesía, tú lunar en la espalda y la cicatriz en mi mentón. Tal vez era la tristeza que esperaba tu felicidad, la noche larga que dilataba tu ausencia en espera de una palabra tuya o mía. Quizá eran las letras que te escribí por la inspiración que me otorgaste; el antónimo de este mundo: el sueño antes de despertar... Quizá, quizá era eso.

Silvana, midiendo sus palabras le preguntó a Ernesto durante aquella caminata: - ¿ Vos sabés que es el amor?
- Lo creía... pero no. Fue la respuesta inmediata de él.

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18 febrero, 2010

Radiografía sobre "El Taller" y del surgimiento de las historias de Ernesto Batalla.

Estimad@s compañer@s,

Luego de largo rato sin referirme a mi persona en particular, y luego de emplear mis ideas en el diseño de mi querido personaje Ernesto Batalla y sus acompañantes (complicándoles la vida en cada historia que se me ocurre), sumándo el hecho de que por fin subí al blog el primer texto del proyecto "El Taller" (antiguo "gramos de historias") me sentaré una vez más como tantas otras a platicar sobre ambas iniciativas.

Sobre "El Taller" -ex gramos de historias-: Pues le cambié el nombre al que le había puesto a principio de año, porque a pesar de que al inicio me gustaba, comencé a encontrarle cierto aire de otra cosa (jajaja) además de que me pregunté: ¿que diablos ibamos a hacer con gramos? ¿pesarlos?. En cambio pues en un taller se construye (o "deconstruye") y pues va más de la mano con el proyecto. (esta parte se la pueden saltar los que ya conocen el funcionamiento de dicha iniciativa).

Como algunos saben, el proyecto consiste en que a través de las ideas sobre un tema que surjan de la mente de cada uno de vosotros, sintais la libertad de sugerirlos (a través de los comentarios del último post subido, poniendo por ejemplo: "para el taller ...." ). De esta forma la idea formulada se presentará a manera de título o molde sobre el texto que me daré a la tarea de escribir en un tiempo prudencial (casi siempre arrivo tarde lo sé, pero es defecto de nacimiento...) : vuestra idea plasmada en un texto y la complicidad de nuestro lado. Como ejemplo pueden echar un vistazo acá.

Ahora bien; ¿Que puedo decir sobre Ernesto Batalla y Cía? La verdad hace tenía en mente al personaje, algo así como una imagen difuminada, pero desde hace poco, ese dichoso nombre tropezó con mi mente y pues fue el empujón necesario para traerlo a la vida literaria, que sin duda seguirá proporcionándome una mayor la libertad a la hora de escribir.
Así que tanto el sr Batalla, Sarah, Sofía, el joven Sanabria y próxima a ingresar la bella Silvana, irán y vendrán por este blog (Aquí un pueden darle un vistazo a una historia manufacturada por un amigo mío luego del capítulo de "la ruptura") en tanto siga como titiritero de las historias de mis queridos personajes.
Por lo pronto, les dejo mi mayor y cálido afecto, las nunca suficientes gracias por participar de este escribiendo sin rumbo; y pues a ver como nos termina de ir con las ideas. Vuestro sinceramente,

Alejo.

P.D Próximos en el taller: "¿porqué esta vez el Sol y no yo?" por Asturiela, continuación de "travesía en Roma" por Jose M, "alergia a las lágrimas" por Daniel Reynoso.

16 febrero, 2010

1. La cañería.

Para la paciente N° 24,
que con su ingenio inauguró el primer molde de este Taller, Gracias.


Eran las 6: 32 am, del día domingo, cuando un ruido familiar lo depertó. Sentado ahora contra la cabecera de su cama, estos primeros pensamientos emanaron de su cerebro y se desbordaron en el asalto al recuerdo:


¿De donde resurgen los sonidos que parecieran haberse extinguido?
¿Será que se mantienen en lucha constante para no volverse parte de la memoria de los olores? ¿Esa que impide recrear cualquier aroma memorísticamente? En algunas situaciones predispuestas, pareciera ser una buena solución desaparecer la familiaridad de sonidos que lleguen a volverse tan poderosos, que son capaces de sustituir su golpeteo seco, metálico por el propio grito de desesperación que añora escapar para liberarse de la tensión; sí, quizá sea precisamente eso: presión o tensión, como la que guardan las cañerías y como escape fortuito, dejan salir ese ruido entre paredes de concreto cuando el líquido se abre paso a traves de ese conjunto de venas intrínsecas a la estructura que las resguarda.
Quizá esos canales que sirven de benefactores a los recuerdos cuando un sonido tan propio e inexplicable como el de una cañería que llega a robar el sueño en las mañanas cuando el agua se cuela por ellas, o quizá la fuga que se transforma en esperanza -producto de la creatividad de una película-; logra formar parte de nuestra vida. ¿ Como algo tan simple y molesto al principio se acopla a nuestra vida llegandolo a extrañar si nos lo es arrebatado?.
Probablemente no sea muy grande la diferencia entre el sonido de una tubería y nuestro propio hablar-ser, que llega a mimetizarse con la actitud de quienes nos soportan, y a ser erradicado por quienes no pueden llegar convivir con esos defectos propios de la edad de una tubería-humana.
Sin embargo me abrazo a la idea del inicio: ¿de donde resurgen algunos sonidos? En este caso del sonido de una cañería; la que me despertaba de la realidad a las 6:30 am de un domingo, con el propósito de hacerme notar que vivía un sueño al darme cuenta que estaba naciendo de entre tu piel. Que la imperfección que muchos creían, no era más que la virtud de transformar arrugas en sonrisas, ruidos en melodías, sueños en realidad... y todo por la falta de ese sonido, el de nuestra cañería, que hoy volvió a golpetear secamente tu ausencia, recordándome cuanto te extraño.


Hacía 2 años que aquel ruido se había extinguido. Hacía 2 años que ella no dormía en su cama, mientras 730 días se disfrazaban de 2 minutos



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11 febrero, 2010

-Don't- tell me to stop

Se había preparado con unos pantalones negros y una camisa azul marino, el abrigo que combinaba con su vestimenta era solo el accesorio de última hora que le había sugerido Jimena.
-Listo, con esa vestimenta estás perfecto: el mejor partido que habrá está noche, solo te falta una sonrisa. Fue lo que le dijo Jimena a Ernesto al momento que lo tomaba del brazo, mientras se disponían a realizar su arrivo al apartamento de Michael Sanabria; amigo de ambos y de muchos otros.
Llegaron al apartamento, no sin antes lanzar un comentario que pintaba más como el amarillo del semáforo: -No importa a quién nos encontremos, hoy somos una cita, una pareja de amiguetes que la va a pasar bien a pesar de todo. Ernesto, que se había mantenido muy callado durante el viaje de 15 minutos hasta el destino de Jimena y él, la miró con una cara que bien podría significar, si se pudiera calar en las vísceras del entendimiento de expresiones humanas; como un ya lo sabía.
Entraron al apartamento B-28, y luego que saludaran al anfitrión de la velada, Ernesto echó un vistazo a las 14 personas que se encontraban en el lugar. Conocía a unos cuantos, pero sin duda pudo vislumbrar la bufanda de Sofía sobre su dueña; un saludo a 6 metros fue suficiente para darse cuenta que podía mantener más adelante una conversación libre de ácido si se presentase la ocasión, como efectivamente sucedió. Nada fuera de lo normal, ambos charlaron sobre la fiesta, como un par de ladrones que tratan de evitar discutir un crimen anterior. Mientras las copas se secaban, Ernesto y Sofía se relajaban más y reían a costa de algunos invitados; Jimena que había terminado los saludos de rigor, se propuso convidarse de las bromas que sostenían ambos. Luego de un rato, Sofía tuvo que abandonarlos un rato para ir al baño. Fue en ese momento que un pellizco poco dismulado por parte de Jimena, hizo reaccionar a Ernesto, que se dispuso a seguir la mirada de su acompañante: en dirección a las 8 hrs de Ernesto, se vislumbraba Ella: tampoco iba sola.
-No quiero alarmarte, pero hasta aquí siento tus palpitaciones, así que controláte, que nosotras las mujeres sentimos el palpitar de los ansiosos a miles de metros de distancia.
-Supongo que es el "sexto" sentido que tienen, sin embargo el saber esa información a veces les juega en contra, y por lo tanto es un arma de doble filo.
-Quizá, pero por la mirada que te dió Sara, podría apostar que no le gusta que estemos tan juntos. Transcurrieron unos minutos, y Sofía había vuelto con su amiga y Ernesto, él aprovecho su vaso vacío para alejarse de allí: Sara estaba sola. Fue así como Sara y Ernesto se encontraron a mitad del camino. No se hablaron, solo se miraron como si se retaran el uno al otro a romper el silencio. -Que me querés decir? mirá que atrás tuyo te está esperando Jimena...o quizá Sofía, así que el tiempo apremia. - Todo; que me he resignado a no dormir para matar los sueños, tal vez finalmente haya aprendido a callar para no volverte a hacer cómplice del crimen, quizá aprendí a que no te gusta que te comprometan en lo que puede llegar a incomodarte, sin embargo me siento orgulloso de siempre haber resistido -y espero seguir haciéndolo- a contagiarme del verbo huir; no soy ningún ángel, ni príncipe azul como muchos otros que juegan esos papeles, la verdad nunca me ha interesado ser así -y quizá sea un error, quién lo puede saber?- pero al menos soy un tipo que escoge quedarse, para bien o para mal; y no me refiero solo a mis principios, sino a aquello que prometí no volverte a mencionar más. Y dicho esto Ernesto se dió media vuelta y regreso a su antigua charla.
Sofía lo miró y le dijo: - Mi vida, por fin comprendo. Cuan afortunada debe ser una mujer para ser merecedora de la magnitud de ese amor, es una injusticia, un crimen, darse cuenta que por la cara que traes luego de hablar con esa mujer, que estés planeando matar ese sentimiento, cuando hay quienes dieran todo por recibir la mitad de lo que estás desperdiciando...
Ernesto miró el reloj (eran las 12 am), luego le acarició el rostro a Sofía de forma tan suave como solo su piel lo permitía y le dijo: - Feliz 14 de Febrero.
Mientras tanto al fondo de la habitación, Ernesto creyó escuchar la frase de de una canción que le recordaba lo que le había dicho Sara tiempo atrás: Tell me love isn´t true It´s just something we do...

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07 febrero, 2010

Y el día 7 de febrero será asueto?

Sí, sé que hoy este blog no contará las historias de mi personaje Ernesto y demás amigos surrealistas que vienen tejiendo sus vidas en mi cabeza; sé que tampoco transcribiré los gramos de historias (la historia de las cañerias y demás, que no he podido transcribir). Hoy en su lugar escribo dolido. Mi probable utopía que surge de rincones oscuros batallaba contra lo injusto, lo incrédulo, la ceguera o miopía, contra las ganas de de no escribir sobre política; sin embargo hoy 7 de Febrero del año 2010, me duele decir que Costa Rica se ha sumido en la pesadilla más grande de su historia.
Hoy día de elecciones presidenciales, una fiesta cívica, hoy toma de decisiones, quedan escondidas tras la fachada o cortina de humo que se cierne sobre nosotros ciudadanos, la igualdad, la protección al medio ambiente (falso paradigma que me duele admitir, se utiliza para atraer turistas a un paraíso terminal), la salud, LA EDUCACIÓN, la transparencia, los principios...
El hecho de continuar con la misma línea presidencial (producto de l poder de los dólares) y darle continuidad a uno de los gobiernos más corruptos y atroces que ha conocido la historia desde que tengo memoria y me atrevería a decir, que desde que existe (existía?) la democracia costarricense; es simplemente un acto barbárico. Me duele ver como la esperanza que una mujer preparada, con méritos propios, llegase a ocupar el mayor cargo dado por la ciudadanía, llegue a desvanecerse quemando el 1 (y probablemente último cartucho) de elegir a una mujer como presidenta de este país; y que en su lugar llegase una mujer que probablemente no se atreve a creer su propio discurso producto de que es uno idéntico al del presidente Oscar Arias (quién con artimañas compra a la comunidad internacional y no tiene reparos en admitir que hubiese querido ser ciudadano canadiense...).
Hoy estoy desvanecido, porque la tierra que tiraron sobre Costa Rica, impide que pueda ver un rezago de luz, hoy veo los males de este país más cerca que nunca debido a que no escribo con el enojo, sino con la palabra de quién entiende los hilos que manejan este país,, hoy no sé porque elegimos gobernantes...bueno, se me ocurre pensar que cada nación posee el gobernante que se merece. Quizá estoy equivocado y no vea un panorama más grande frente a mis narices; tal vez los que eligieron la misma línea para gobernar, consideren que si nos otorgan un premio Nobel de la paz, seremos un país desarrollado ("el sacrificio de los demás vale la pena por el bienestar de aquellos iluminados") HOY Costa Rica aparecerá en e-bay, amazon o donde se les ocurra.

03 febrero, 2010

Como la moda, dicen: Cíclica.

Una semana y 3 días han transcurrido desde el prólogo con Sara. Una semana desde que terminó con Sofía. Tres paquetes de cigarrillos consumidos en 6 días. Dos días meditando para hallarle un por qué a la tijera que cortó a Sofía. Unas horas de más para encontrar la explicación. Cero los tragos de licor que ha ingerido. Cuatro los días que rebusca una razón para negar a Sara. 5760 los minutos que se han acumulado en la mente producto de Sara. Una razón para no practicar la eutanasia al amor, 5 minutos de las últimas 5 horas en que ha pensado hacerlo.
-Lo que pasa es que soy un idiota, un idiota que se maja los dedos cuando trata de cerrar la puerta. Un idiota que piensa estar perdiendo el juicio por no dejar de pensar en ella. Un idiota enamorado hasta el cerebro...
Han transcurrido un par de horas, y Ernesto ha decidido llamar a Sara. Toma el teléfono, pero cambia de opinión, en lugar de digitar el número telefónico, decide dejarlo descolgado; así que golpea su cajetilla nueva, extrae al repelente de pulmones, ese que está marcado en sus dedos, y se lo lleva a la boca. -Es curioso, me doy cuenta que eres como este cigarro, te podría fumar tan rápido creyendo que te haría desaparecer de una vez por todas, y sin embargo estaría equivocado, porque te terminarías alojando dentro de mí; y aún sabiendo esto te sigo fumando. Creo que todo este tiempo he tratado de encontrarme, pero mi cálculo existencialista falló, la ironía se vengó y no me percaté que el significado de conocerme era conocerte. Fue en ese momento que se percató que aquella tarde en que se reencontró con Sara había hecho lo correcto, no había vuelto a sacar el tema que lo atormentaba, no incomodaría más a aquella mujer haciéndola ser público de las infamias sentimentales que habían soportado los peores embates con un estoicismo que si pudiese catalogar cualquier experto utópico que se dice comprender el amor en las personas, definitivamente hubiera catalogado al corazón de Ernesto como un guerrero sin par, dispuesto a caer en sacrificio en las horas más aciagas, dispuesto ajugarse la vida en la oscuridad de la que huyen los demás, todo por un ideal del mismo matiz que los unicornios azules, por la frase de dar hasta que duela, por vislumbrar la sonrisa de ella, en fin; que carajos Ernesto se dijo, lo hiciste por Amor.

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01 febrero, 2010

Ex- ante (ruptura)

Hace tres años me divertías, te veía como un prototipo de hombre interesante, al tanto de su look, como uno de esos chavales con los cuales podía salir de fiesta y quizá luego encontrarnos en algún lugar donde pudiéramos satisfacer un rato nuestras bocas; al cabo de unas semanas probablemente comenzaríamos una relación pero al poco tiempo terminaríamos aburridos uno del otro, al conocer nuestros defectos y la aparente perfección cedería ante la intermitencia de las exparejas. Eras una persona con la que muchas mujeres se deleitarían tratando de descubrir cuan veraz era tu palabra y si tus acciones acompañaban al coraje de tomar lo que quiere; en fin, me gustabas con la curiosidad de mi mente.
Hoy las cosas han cambiado, la distancia sentimental y espacial ha hecho mella en tú mirada, ahora me acompañas y nos permites charlar, ya no eres un prototipo sino una especie extravagante que vive de acuerdo a sus ideales, principios y convicciones de seguridad en lo que quiere, eres un tanto más viejo pero aún te aferras por conservar sin temor alguno tu inexperiencia en algunos campos con la esperanza de aprender y alcanzar nuevas alturas, ya no te preocupas tanto por el look: te gustas tal cual eres y eso te hace ver más atractivo, ya no eres solo alguien con quien podía andar de juerga y terminar complaciéndome-te un rato; sino que ahora eres esa persona con la que desearía despertar a la mañana siguiente a mi lado. Ahora he visto tus errores, ya no eres perfecto para un rato, eres las grietas que me hacen falta, eres constante y apasionado con lo que amas, terco como una mula pero paciente a la vez. Ya no sé si aquel amor que me tenías y que desangré lo terminaste de quemar, quisiera creer que ese corazón es un ave fenix; pero si ha de ser así parece que te has empeñado en no mostrármelo; yo entiendo las razones para hacerlo, más sin embargo solo quisiera creerlo, para así saber que hacer con estos pensamientos que me prestaste y que ahora rondan mi cabeza de vez en cuando. Mis experiencias me han llevado a admirar las puertas de tu calma, pero tengo el maldito miedo de dudar de mi misma, ya no me muestras que me amas(de hacerlo sería muchísimo más fácil) sin embargo y pese a todo tu afecto sigue siendo infinito, tampoco quisiera que malgastases una segunda vida por mi culpa (solo te quedarían 7) pues eso sería matar lo poco que tengo de tí; no sé realmente lo quiero y eso verdaderamente es una mierda y por si fuera peor tú ya no me dás una pista, no sé si estás con otra mujer, y sin embargo te tengo frente a mí. Quisiera decirte sin compromiso alguno, que a veces se necesita que llueva para que el sol aparezca y si somos pacientes y tenemos suerte quizá veremos la hermosura del haz de luz a través de una gota de agua.
- ¿Por qué me vez así?. Le preguntó Ernesto a Sara luego de que terminara de prender su cigarrillo. - Simplemente estoy feliz. Fue en ese momento que los sentimientos de Ernesto se soltaron de sus grilletes y lo traicionaron, pues en su rostro por un segundo se dibujó una sonrisa para después convertirse en una mueca que ocultó luego de llevarse el cigarro a la boca.

*La ruptura


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Una revolución de conciencia

Aprovechándo la quietud del ambiente, espero ser breve para evitar divagaciones que se suelen inmiscuir, ahora de forma más habitual.

La presente no pretende ser más que nada, no un acuse de dirección errónea, no una llamada de atención al extraviado, no una seña de error en lesco, no un movimiento negativo de cabeza, no una falta de lucidez imperante que se logra erguir en lo alto de la torre que bloquea la luz del amanecer; no es el remordimiento infinito y una alegría universal, pero sí lo que considero una falta de respeto para con nosotros, pero especialmente conmigo.
La culpa no es del insomnio sino de permitir la invasión cerebral en las noches que se pueblan de bandidos, ladrones y acosadores de pensamientos, aromas, tactos, voces y miradas que terminan por solidificar la mente y mantenerla en la dicotonomía de siempre: esa que se cobija con dos signos de interrogacción. Intentar disiparte resulta una labor 24/7, cada intento es tener presente la inconstancia con que se respira producto de la irregularidad del latir de ese órgano del que ni me quiero acordar.
A este punto he llegado a pensar que el hielo de las manos realmente quema, hiere, desentraña, malagradece, carcome y que se escribe como sustituto de error. ¿Adonde van a parar los pensamientos que se intentan reprimir, amarrar y tan fatigosamente intentar deshechar? ¿A que parte del firmamento debe dirigirse la vista cuando la elocuencia se mortifica sabiendo que las estrellas deben su belleza a la Luna, por ello siempre brillan alrededor de ella: la mirada siempre va al mismo lugar, sin importar cuanto se llene el manto estelar.
De tal manera que a manera de evitar la perorata de la cual se me tiende a juzgar, advierto sobre el cansancio, sobre la falta de creatividad, la testarudez, la torpeza y del fastidioso lugar de estar lidiando entre la infidelidad entre mente y corazón de un mismo cuerpo; Yo como conciencia tengo mis límites, y si no me quieren escuchar; vaticino el caos en mi ausencia. Porque las cosas que creíamos que más nos fastidiaban, son las que más extrañamos cuando ya no están.