22 abril, 2014

La escritora



El desfile parecía interminable, amistades que la distancia y el tiempo habían separado momentaneamente se reunían de nuevo gracias a ellos y desfilaban uno a a uno hasta encontrarla. Su rostro calmo apaciguaba a aquellos que se sentían abatidos; ella el recinto de historias, la fortaleza de secretos y magia ahora tan presentes y mañana tan eternos como siempre y quien permitió la continuación del inicio... Aquel fue el momento en que de forma palpable sintió la inmensidad de su obra muchas veces pasada por alto por los extraños, y sin embargo hacia el final de los días de su ahora difunto esposo, con un beso débil como la delicada caricia del viento que empuja la marea hacia todos los rincones del planeta, él -como ya lo había hecho tantas veces- le dio las gracias por haber sido la verdadera artífice de todo, por ser la piedra angular de quien hubiera perecido ante la soledad de no ser porque ella lo encontró y le permitió volar con su imaginación llena de amarillo. Fue así como en el ocaso de una vida, pudo vislumbrar la eternidad de su obra escrita día a día, con paciencia durante más de medio siglo: Él con tinta y magia y Ella con la realidad. Por ello, cuando el mar de gente comenzaba a menguar, supo que la condición de la muerte no alcanzaba allá, donde la memoria del mundo abraza la inmortalidad y los reunirá siempre bajo un singular realismo -mágico.

3 comentarios:

  1. Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Es muy posible que ella tenga una parte del merito y que ella con su sola presencia le llenara páginas y páginas, y le orientara en la mágica escritura más de lo que nos podamos imaginar.
    Buen ejercicio narrativo, buen borrador Sr Zimmer, ya veo que estas en forma, como siempre.

    Abrazos, Alejo. .

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  2. Intuyo que su musa espiritual y física desapareció antes que él y, ahora que el tiempo dicta sentencia, solo puede estar agradecido con todo lo que la vida le ha ofrecido y satisfecho por reencontrarse con ella. No sé si existirá un cielo o un infierno, pero sí me aferro en desear que habrá un lugar donde la memoria respire y esté en continuo movimiento, enlazando ideas y recuerdos constantes.

    me gustó mucho.

    un abrazo amigo

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  3. no se por qué pero hay demasiados elementos en este relato que me tocaron el corazón e hicieron de esta historia algo tan mío como la mía... Saludos y qué bueno volverte a encontrar, porque confieso, tuve que buscarte! :)

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