08 agosto, 2010

DERROCHE 2.3






Driving too fast/Rolling Stones

A ver: salimos juntos y disparejos por tragos, música, charla, manos, muslos y puntos aparte. Mentir, degustar, reír, enamorar, coger, fantasear, ver, buscar lo que no se nos pierde, y encontrar lo que nos antoja la compañía. Y así seguimos, dos, tres, cuatro, cinco y seis las horas, las bebidas, los golpes de tabaco, las ideas para escribir, las frases para desfantasear, para acribillar y nuevamente para sonreír. Con las ganas que sobran, palabras que pululan, asesinas para esconder, cuentos que inventar, problemas que resolver, cuernos que cortar, camas por estrenar y protección que usar. Y así las once, doce, una y vetados de paraísos, saludando a la madrugada, metidos en vidas ajenas, con la conveniencia de la hora, del lugar y del escape aparentemente a fumar. Ya no se suma sino que se multiplica; y todo se devuelve, diez, nueve, ocho, siete y cada vez menos quienes sobreviven al vaiven de la hora de los gatos. El cenicero es la indiferencia que da réditos, el bolso el pretexto, y las ganas de aprender corren para alcanzar la cintura que se hace pequeña cuando se desliza por la prisa de todavía no. Y sigue la cuenta acosada por el reojo de la mañana que marea de las vueltas y vueltas, secas y secas, y cuerpos de cuerpos; perderse de la vida no es una opción, sino una restricción, lo dice la morena de escote rosado, la pelirroja de perfume estrenado o la misteriosa de perfecta nariz. No hay arrepentimientos, todo es maquillaje nada es verdad pero todo engaña, y la ilusa musa que muere cuando nace su sucesora se ilusiona con la diosa sin falda de la sinceridad que no es más que un narcótico de querer escuchar lo que se quiere, la verdad te mata más rápido que las ganas de responder a un beso que no se puede negar sin antes diligenciar un pensar para correr y no en quedarse para luego tener que pensar.
Pero toca la ida, toca elegir entre dormirse con la ropa o quitársela, rápidos como locos, sin respiración, con peligro de colisionar pero sin miedo que perder, el desenlace de jadeos, de ronquidos, de risa, de escapes de Houdini, de lavandería, de sustos, de sorpresas, de llamadas al día siguiente, de soles nacientes que colorean el capote de los taxis, de besos marchitos o de historias sin concluir, por que la vida es un reloj dinámico que marca las mismas horas pero con diferente calendario que ahora no importa un carajo.
Vivir para vivir, y no para tener que arrepentirse al morir, eso no lo dije yo pero se me ocurrió antes que a la vendedora de camanances, antes que el nunca hasta siempre, luego del pronto sin prisa, de las ganas de hablar y la proeza de callar sin pensar. Porque pensar entre la morocha de tatuaje milagroso, de falda voluptuosa, de pecho pecaminoso y ganas de luna de miel, se vuelve difícil si solo falta el tiquete sin vuelta para gozar, para marchar, para uno, dos pero no tres viajes al infierno debajo del ombligo, ahí donde se camina con ojos cerrados para no perderse de nada; siempre sin tropezarse, pero de salida tambalearse es el rigor de correr sin parar para luego regresar y terminar de escribir lo que nunca tuvo inicio, menos un sentido que encontrarle, porque no es más que la libertad en su versión 2.3.

11 comentarios:

  1. Me encantó esta entrada, tantas historias sin concluir, muchas aunque no todas las posibilidades, y las decisiones tomada en poco tiempo pero con muchas ganas... es una forma muy distinta de escribir a lo q acostumbras.
    besitos

    ResponderEliminar
  2. Muy dinámico, agotador y exaustivo para ser una salida habitual. Muy real por cierto.
    Me encantó la sinceridad de las palabras.
    Un beso ale!

    ResponderEliminar
  3. y esto fue real?
    qué profundo... lo voy a leer otravez :)

    ResponderEliminar
  4. Sentí que me monté en el tren de "lo que todo puede ocurrir Y ocurre" muchas estaciones, gentío, historias, todo al ritmo de la vida, osea, ascelerado! A veces es bueno bajarse en alguna estación, tomar una taza de cafe y seguir el rush!!

    BESOS!!!!

    ResponderEliminar
  5. Nada es arrepentimiento, me gustó tu expresión, la narración, pocas veces me quedo sin palabras...

    ResponderEliminar
  6. Sabes, la volví a leer, es muy real. Son historias que se viven a diario, alguna puede quedar inconclusa es como dices en una parte.."entrar al infierno" intentar continuar en ese viaje sin que te afecte, pero si te afecta, ¿qué haces?

    ResponderEliminar
  7. rescato esta frase: Vivir para vivir, y no para tener que arrepentirse al morir
    me encanto sinceramente, pero siempre, me pasa lo opuesto no se por que será, supongo que es la necedad que hay en mi, el querer ir a contracorriente de todo incluso de la vida.!

    besitos n_n

    ResponderEliminar
  8. Vive la vida y no dejes que la vida te viva... lo llevo tatuado hasta sin letras. Y a la vida un salud.. y a al salud la vida....

    Morir de libertad.. de noche o de dia ;)

    ResponderEliminar
  9. Siempre es bueno variar mi querida Nayuribe y de igual forma recibir estos comentarios siempre es más que grato!

    Agotador para una salida Alfonsina, pero de ese dinamismo siempre se termina con más que una sonrisa.

    Con toda la confianza y la dicha Ester, leelo cuanto querás!

    Al igual que nos consumimos en esta vida, hay que tomar una bocanada de aire, pero solo un rato, que luego se nos pasa la estación PaU: arriba del tren pues!

    Digamos que lo inusual me sorprende con la sonrisa en la comisura de los ojos Mili y ese fue el efecto del segundo comentario tuyo! Y nada, si llegara a afectar, pues a intentar darse el gusto, y ponerse las botas para entrar al infierno una vez más, pero sin arrepentirse como diría la morocha (o la rubia?)

    Primero, bienvenida Fay, y segundo; como los salmones, rebeldes para no matar a las ganas que ahora tan poco abundan!

    Arya Arya, si seguís terminando los comentarios así, me empeñaré en vivir la libertad hasta morir a manos de ella.

    besos y abrazos, sin escatimar en ninguno de los dos, porque ustedes se meercen más.

    Alejo

    ResponderEliminar
  10. Provoca robarse unas cuantas frases de aquí

    ResponderEliminar
  11. Carito no si antes yo se las regalo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar