lo Inesperado se tornó un regalo saludable...

Octubre 16, 1:50 am

El polvo para volar fuera de este realidad ilusoria se fue con Peter Pan y su traje verde, dejándome con el ritmo de un I want you en la cabeza que se desvanece junto a la glucosa en mi organismo. Un mundo permeado por las luces incandescentes de los postes dejan las reminiscencias de un mundo no vivído, en donde las calles de piedra y los carruajes tirados por caballos, escapa como un pasado nostálgico que no viví, pero que sin embargo resurge como la ilusión producto de las ideas atropelladas que escapan para mantener al cerebro activo mientras me como la reecuperación envuelta en sabor de chocolate.
Seguido y paulatinamente, reencuentro un estado saludable propicio para reingresar al cuarto de cocina, que en otras situaciones se tiende a llamar clase de estudio, pero donde igualmente se predisponen a cocinar los cerebros del mañana.
Más tarde y con ayuda del tiempo implacable que nos convierte en su sombra para hacernos historia; se da la posibilidad de concluir el pensamiento inicial, alimentado por la idea insegura de saber si la presencia de una persona no pasa desapercibida para los anfitriones de fiestas amenizadas al gusto de la cafeína: espero que no exista resentimiento si se haya oposición a la voluntad de etiquetas sobre este huésped que si bien les entrega el corazón siempre se resistirá a otorgar el alma responsable de convertir a un personaje en el escritor expectante de ideas que se captan entre el susurro del viento, reflejo del aliento risible de nuestras voces que me hacen dar cuenta que nos unimos en la diferencia de pensamientos y porque no, en la tolerancia irresistible de paralizar el ritmo citadino al compás de risas que se tiñen no por individualidades sino por un nosotros, que marca la melodía de cierto encuentro inesperado que se tranformó en la música que alivia mi escritura y por lo tanto mi salud, Gracias.