16 agosto, 2009

Sr. Antifaz

Domingo 16 de agosto, 12:12 am...
Conforme transcurren los primeros minutos de un día que recién comienza; pedazos de tiempo que continúan su inefable transcurso, inconcientes de lo que suceda a su alrededor; mi mente como ya es costumbre comienza a poner en marcha el proceso de recordar detalles de días anteriores, los cuales habían sido objeto ya, de alguna imaginativa observación; proceso que ocurre más que todo cuando deseo escribir algo descargando así de la cabeza, los pensamientos huerfanos de creatividad. Por lo pronto me permito tomar dichos escombros de observaciones pasadas, y los hago participes de lo que me acudía a la mente hace 20 minutos; dando como resultado la idea que el miedo, o el temor hacia algo; bien puede ser concebido desde cierta visión, como un sentimiento útil e incluso necesario. Y es en este punto donde no debe ser malinterpretado el autor de las presentes letras, pues mi punto de vista consiste en que el miedo puede deber su existencia a la paralela creación del coraje o valentía, como toda relación de ambivalencia en nuestro universo; es decir puede que el miedo que se sienta hacia algo o alguien, se deba a que precisamente ese sentimiento es el que nos ayuda a medir en cierta forma nuestra fortaleza y moldea la forma en que tomamos decisiones y decidimos encarar la vida. El problema claramente radica en el hecho de adoptar al temor como un estilo de vida y convertirlo prácticamente en un patrón de vida dictado por la costumbre.
La razón por la que expreso esto, se debe a que en la semana pasada, fui testigo de distintas formas de miedo expresadas por distintas personas y lógicamente por distintos motivos; expresiones que se trataban de ocultar bajo el antifaz de distintas caretas, como lo eran el pavor a soltarse de las cadenas del orgullo para expresar un anhelo y rectificar una decisión; o el terror a discernir de un punto de vista; el pánico a decir la verdad, la "seguridad" de escudarse tras ideales que no concuerdan con una forma de pensar y menos de realizarse como persona, cuando se ocultan sueños frustrados por falta de tenacidad. Y así podría alargarse la lista de conductas, que se adoptan día a día por todos nosotros de forma muchas veces imperceptible; más como la idea no es de prolongarme inútilmente, espero que estás palabras logren algún tipo de asidero tanto en mi mismo, como en quien adopte leer lo anterior, sea que este de acuerdo o piense distinto de las ideas que acudieron a mi cabeza un día después de celebrarse el 15 de agosto, día de la madre en Costa Rica,
Saludos de Alejo

P.S
Aprovecho para mandar un beso y saludo a Bett y expresarle mi solidaridad a ella y su familia.

2 comentarios:

  1. tus escritos seducen al andar... gracias por pasar por mi espacio y por tu comentario...andaremos pasando por aqui muy seguido

    un saludo

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  2. al contrario, gracias por tu visita y por contribuir a lograr una comunidad más grande de escritores sin rumbo!

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