El por qué de las cosas, de la vida y de las horas; ya saben, preguntas normales que en algún momento se formulan todos los seres humanos. En esos ámbitos existenciales me encontraba mientras mi gata hurgaba entre mis regazos buscando una especie de nido. La necesidad de acudir al baño a orinar hizo que todos aquellos pensamientos se comenzaran a diluir junto al humo de mi cigarrillo. Conforme caminaba hacia el cuarto de baño, dejé de sentir el peso de mi cuerpo, como si fuera otra persona. No era yo y sin embargo, ¿quién más podía ser? Mis...