14 mayo, 2012

Ceguera invertida

Luego del deleite provocado por el caos subjetivo, paulatinamente comenzaba a plasmar los impulsos que manaban gentilmente del cuerpo entero hacia su mano. Ella no entendía de las contorsiones analíticas que sufrían quienes se daban a la tarea de explicar el aparente sentido y trascendencia de lo que hacía. Ella disfrutaba tratando de retratar su imaginación y consecuentemente le agregaba el olor de los colores que se depositaban en la paleta. Ante cierta pregunta, ella respondió que su ceguera le había enseñado a ver con la imaginación, y a partir de ese momento simplemente se entregaba al placer de colorear la realidad de una forma distinta de la que al parecer otros percibían.

5 comentarios:

  1. No existen las limitaciones. Ciertamente, para nadie.

    Abrazo Alejo, es bueno leerte.

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  2. "su ceguera le había enseñado a ver con la imaginación", para qué ver tanto si luego no se advierte todo lo que una/o esperaba... mejor imaginar, de acuerdo jaja, todo hasta su justa medida, tampoco pecar de tonta...

    un abrazo
    :))

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  3. Muy bueno! Una vez vi una exposición de un fotógrafo ciego, creo que era húngaro. Sus fotos eran mejores que muchas de las de sus colegas "videntes".

    Abrazo!!

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  4. Ciegos no son los que no ven, sino los que no saben ver. Eso me enseño a verlo un compañero de curso que tuvo en el Instituto de formación docente que no veía y, aún así, era el que mejor notas tenía de todo el grupo...

    Excelente relato Alejo!

    J.

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  5. Tincho,Esilleviana,Peregrino,José: Gracias por los comentarios

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