Una pena. Somos, cada vez más, los defectos que tenemos, no las cualidades. El viaje del elefante.
Desde mediados de diciembre se había truncado su plan. Aquella tarde Fritz había descubierto la infidelidad de su mujer; razón por la cual salió temprano del trabajo haciendo caso omiso a las advertencias sobre la peligrosa nevada que se aproximaba aquella noche: craso error. Desde entonces había quedado atrapado bajo la nieve. Dos meses en su automóvil, dos meses hibernando la idea de salvar su orgullo, de pedir el divorcio y quitarle cuantos bienes y lujos le había proveído durante once años de matrimonio; sin mencionar el hecho que si moría, ella disfrutaría de la herencia con el pelafustán con quién le ponía los cuernos. Sí, tenía que sobrevivir a como diera lugar. Fue por eso que al salir del coche, cuando el periodista le preguntó qué lo mantuvo con vida, Fritz con certeza pasmosa respondió: Orgullo.
La noticia real aquí
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Salvaje rebelión, digo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Increíble. Ahora, en mi morbo, me hubiera gustado ver una foto con su cara en la nota del link.
ResponderEliminarY sin embargo, prefiero inferir que la pregunta de en qué nos convertimos es retórica. Aunque, el hecho de que este hombre se haya convertido en oso, influya en una respuesta.
Un abrazo grande desde acá que llueve.
:)
ResponderEliminarla risa proviene del motivo que has encontrado para sobrevivir a dos meses sin comida, solo con agua y manteniendo su cuerpo a 31º, tal como un oso (según explica la noticia), pero que el pretexto y la causa a tanta energía, engreimiento (en el mejor sentido de la palabra) y la gran autoestima sea la infidelidad de su esposa, nos da a las personsa en general, un gran matiz de malicia y perversidad, qué te parece??? jajaja
no somos tan viles y no funcionamos con tanta inquina, o si??
:))
un abrazo amigo.
me gustó leer tu versión y la noticia de la que procede.
Muy buena historia. Sobrevivir sostenido sólo por el impulso del orgullo herido... hay que tener una mente fuerte.
ResponderEliminarAbrazo!
Es verdad: a veces sólo nos sostiene el orgullo. Leí la noticia: increíble.
ResponderEliminarAbrazo!!
José Alfonso jaja definitivamente.
ResponderEliminarPara ser honesto Sole, no había pensado en la transformación, y sin embargo la pregunta que hacés lleva a la misma retórica de manera inevitable, creo que la respuesta la dio Saramago definitivamente.
Definitivamente Esilleviana, sin embargo el cuestionamiento es totalmente válido, y aún así al plantearlo estaríamos suponiendo que existe esa necesidad de separarnos de algo a lo que no se quiere pertenecer. Vaya círculo no? Definitivamente la imaginación da para muchas conjeturas.
... y obstinada Emilia no nos olvidemos de eso.
Como lo dije Peregrino, pura obstinación.
Un abrazo a todos
Con una 'O' bien grande de Odio, seguro...
ResponderEliminarSaludos
J.