14 septiembre, 2011

Passĭo

Oscar, abogado por enseñanza y escritor por convicción; cada año se daba a la tarea de crear nuevas obras. Inéditas y elaboradas tramas. Extraños personajes que no solo lo acompañaban en su delicada soledad, sino que le aportaban  disfraces con los cuales llegaba a reinventarse cada noche que terminaba de escribir. Durante el ocaso que terminó de pintar su vida, Oscar miró su espejo, y aquella imagen que le devolvía la mirada era desconocida. Asumía que no se trataba de otro más que de si mismo, sin embargo no llegaba a reconocerse. Finalmente, cerrando sus ojos y dejándose guiar por el apasible y delicado hilo conductor; se perdió en la intricada y ambiciosa telaraña de su imaginación, para ya nunca más volver a despertar.


"Tener capacidad para una pasión y no realizarla es limitarse y mutilarse". El crítico como artista. Oscar Wilde

8 comentarios:

  1. que pases por mi blog es suficiente, de veras...

    sinceramente, me agrada y complace la idea -tan buena-, de no reconocerse en el espejo, para eso ya está la vida real; al menos, la vida de los sueños y la fantasía, no se relacionaba con la que transcurría con los ojos abiertos...
    aunque de vez en cuando hay que despertar.

    :)

    un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Mientras no sea un relato de crímenes, veo bien que se quede en su mundo de fantasía...;)

    Besicos

    ResponderEliminar
  3. La imaginación apasionada te puede convertir en Don Quijote pero te saca de los caminos que han elaborado otros para ti. ¿Cuántas veces nos sentimos limitados y frustrados, mutilados por la razón que se nos impone, hasta el punto de no reconocernos cuando desarrollamos nuestras verdaderas pasiones y capacidades?
    Estupendo Sr Zimmer

    ResponderEliminar
  4. Hay que aceptarse y complacerse. Cuando antes.
    Abrazos, Alejo.
    =)

    ResponderEliminar
  5. Allí encontró el mejor refugio, seguramente.

    Abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Se transformó en un personaje de si mismo!
    Abrazo!

    ResponderEliminar
  7. Genial todo, el texto, el epígrafe, todo. Como siempre me voy satisfecho y un poco menos solo.
    Saludos, Escritor.

    ResponderEliminar
  8. La imaginación lo hacía volar tan intensamente que se veía y no se reconocía. Puede pasar, volar quizás sea más fácil que encontrarse con uno.

    Sé que ando perdida, pero apenas puedo, intento pasar. (ya me pondré al día)


    Besos

    ResponderEliminar