Música de Clint Mancell
“Subestimar el recuerdo, es empacar unos calcetines sucios en el equipaje que naufraga en los almacenes de una memoria que tiñe de futuro el presente impostergable. La indecisión es la reencarnación del ayer.”
Las circunstancias obligaron a Victoria a cambiar su número telefónico antes de lo deseado; mientras los antiguos dígitos del móvil murieron en la espera de una llamada desde hace 2 noches. Fernando se enterará al cuarto día; pero para ese entonces la ilusión de ambos yacerá a 96 horas bajo tierra. Al final, solo permanecerá aquel cartel de publicidad como único testigo del encuentro aquí relatado, que mofándose del infortunio y haciendo gala de su ironía, todavía reza: “Dilata el placer”.
cambiar el numero telefonico? yo diria que es miedo o quizas la accion correcta hecha en el momento oportuno..quien sabe
ResponderEliminarImpecable. No tengo otras palabras.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Sole
Hola Alejo,
ResponderEliminarLa inevitable obligación de corresponder tu comentario, me trae y la curiosidad me hace dar vueltas por tu blog. La dificultad para moverme por entradas antiguas (de una en una) me hace dejar de retroceder para poder seguir leyendo.
Escribiendo sin rumbo me parece un lugar cuidado , ordenado y lleno de contendos muy cuidados.
Procastinar debieron de ser las circustancias para aplazar la recepción de esa llamada, para vivir en la incertidumbre, para dilatar el placer hasta el sufrimiento.
Abrazos y gracias.
Hola Alejo:
ResponderEliminarMe ha resultado extraña la palabra "procastinar", la he buscado en el diccionario de la RAE y no está. Dicen, en elgún foro, que sería como postergar; en fin, que no sé si está aceptada en español, pero aquí en España es desconocida.
Cordiales saludos
Cerocero, más que miedo diría que angustia al tener que cambiarlo, pero hey; lo oportuno son las interpretaciones.
ResponderEliminarGracias Sole. Recibí mi abrazo.
Antonio, es curioso, hace un par de días hablando con un amigo, me hizo la misma observación, la verdad es que el archivo de entradas va y viene a veces por estética -vaya a saberse- al igual que el número de post mostrados.
Y concuerdo con la procrastinación circunstancial, pero añadiéndole a Fernando y su móvil.
Y pues Gracias recíprocas. Un abrazo.
Albert,aunque me gusta inventar(me)una que otra palabra, este no es el caso; procrastinare está en la 22 edición de la RAE, y significa diferir. Sobre lo que sí me achaco culpabilidad, es del dedazo en el título pues me faltó una r. Saludos como siempre
Me pasa lo mismo que a Albert; aquí en España es una palabra poco oída, extraña. Buen texto, pero algo confuso. Creo que algunas comas están fuera de sitio y rompen la armonía del texto. Aún así me gusta, es intenso.
ResponderEliminarUn saludo.
El miedo que nos hace hacer las cosas más inverosímiles...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Inspirador, desde luego.
ResponderEliminarSaludos
aaaaaa!! AMO estas historias!!
ResponderEliminaryo no he cambiado el numero, pero se me han atascado en la garganta en medio de la espera.
BESOS!!!
Las circunstancias, el miedo, el ¿y si...?, la espera que nunca llega, el no saber cómo ni qué hacer,...y al final...todo cambia, y el final todo acaba permaneciendo....
ResponderEliminarUn abrazo Alejo!
La mayoría de las veces las cosas no salen como las esperamos.
ResponderEliminarPor suerte, dirán algunos. Por desgracias, dirán otros. Por que sí, dirán la mayoría.
Saludos
J.
Raquel: Pues la misma respuesta que le di a Albert (la palabra me venía rondando la cabeza desde hace días, y pues aquí vino a parar) sobre lo otro, pues realmente te agradezco la crítica que de este modo, no resulta más que constructiva. Mil gracias.
ResponderEliminarHiperión: efectivamente, incomprensible la acción-reacción.
Pues gracias Hiku.
Y a veces solo queda ahogarlos de una u otra manera PaU
Quijo: simplemente fantástico lo que pusiste; eso solo, me suena a un "post-post".
José, cosas que no "merecen" explicación pareciera -eso que dice la mayoría-
Un abrazo para todos.
Alejo
Estas casualidades en la vida cuando los vínculos son demasiado frágiles. En esos casos es mejor no procrastinar el placer. Apurarlo y esperar tener mejor ocasión para dilatar el goce.
ResponderEliminarmiedo le llaman algunos.
ResponderEliminarsaludos,
Apresurar y esperar el momento oportuno: como mdirle el tiempo al oleaje. Saludos Juanjo.
ResponderEliminarCiertamente querida Ester.