30 abril, 2010

En primera persona.

La verdad es que uno no sabe que cartas le darán, y menos las que tendrá la persona al frente. La travesía que se toma para incursionar en territorio desconocido apuesta y se tambalea entre la fortuna y el que le diré. Hay quienes embriagan a la valentía mientras que otros la disfrazan con palabras al oído o manos en lugares urbanos. Juzgue usted.
Sin embargo el teatro que se desarrolla entre el plural de Afrodita y don Juan, resulta historia de nunca acabar y por demás desgastada, al menos hasta que aparezca quién se atreva a contarla de forma distinta, desembocará en las mismas aguas. Realmente no hay cuentos nuevos, solo juglares intrépidos que hacen malabares para distraer del final previsto. Quién te cante la mejor versión de los mismos sonetos se lleva el premio con daños colaterales incluídos.
Las mentiras solo dañan en el tanto que te las creas, y las verdades duelen cuanto más desconfías de las mismas. Es inevitable la tentación de balancearse en esa cuerda que más que floja, se tensa con la convicción con se pisa. ¿Y los dolores? A esos los cura el vivir lo suficiente para aprender a conllevarlos. Inevitablemente la perspectiva cambia, pero nadie reza que son los mismos ojos los que mirarán hasta que la brisa te los cierre.
Al acercarme al final de esta entrada, me llaman los cantos de sirenas, las cenizas sin ave fénix, los poetas despojados de musas, los arcoíris en invierno, la radio sin internet, los sueños con insomnio, las putas perfumadas y las santas inmaculadas, los placeres y las complicidades, la mentira de la verdad, los amores de cigarrillo y los te quiero pero no esta noche, la inmortalidad de Romeo y Julieta, y las alegrías efímeras de la ignorancia, los besos robados en las camas viajeras, los romances de verano y el café de invierno, el tú conmigo y el te amo sin yo... Pero mientras tanto, seguiré escribiendo hasta que los peces de la inspiración sean libres de nadar en el vasto océano de la imaginación.

27 abril, 2010

Compendio volátil (o no).

Conciente del silencio incómodo y del callejón sin salida en que se encontraba, sucedió lo que el joven Tripondio Buenaventura menos se esperaba, cuando Rosita "la saltarina" le respondió:
- A mi no veás así: Soy incapaz de revivir muertos. Yo no meto mano en ese asunto, ¡ si vos no podés despertar al muerto, yo no pienso profanar cadáveres ! Y sin ocultar su cara de estúpida sorpresa, Tripondio veía como Rosita se vestía y salía por la puerta que había atravesado 10 minutos antes.



- A la mierda la honestidad. abúsese y róbeme un beso no se haga el que no sabe leer mis ojos.
Y el joven Arlequín, paciente se limito a sonreír y esperó; esperó los segundos suficientes para ver como nuevamente la
Colombina le dirigía una mirada a sus labios. Mientras en la oscuridad de la esquina oeste, a Pantaleón se lo llevaba puta.



Y Juanito Mosqueda supo que ya no la quería, cuando cayó en cuenta que quería tirarsela igual que a las otras.

22 abril, 2010

Carmen







- Larguémonos de aquí Ernesto. Soltó en un susurro seductor y repentino. En ese momento la mano que la acariciaba en el entrever del muslo del jeans roto, hizo una pausa. Se levantaron instintivamente, y sin despedirse salieron al encuentro del trajín de las 10 de la noche. No medió palabra alguna entre ellos, ni siquiera una mirada; iban en procesión hacia el apartamento situado al este de San Pedro, el lugar donde pasaba las noches Carmen, el mismo que esperaba ser testigo del carnaval de ropa esparcida y del desenfreno con que Ernesto daba inicio: la inspección con el tacto de las bragas de Carmen al umbral de la puerta.
-No me trates como a una damita, hoy no quiero príncipe azul ni cuentos chinos al oído. Tras una pausa, él le contesto: -¿como a una plebeya querés que te trate?
- Como la reina de las putas me imagino que era lo que querías decir, después de todo... Y en ese preciso momento sus palabras se vieron interrumpidas por la lengua de Ernesto que intentaba abrirse paso entre su boca, de forma grosera, inesperada, pero estimulante.
Los 7 meses de luto carnal llegaban a su fin. Tras haber cerrado la puerta, y ya dentro y a oscuras del apartamento; la figura de Carmen se erguía de forma espléndida mientras sus brazos parecían intentar sostener el marco de la puerta del dormitorio, que se llenaba poco a poco de una mezcla del olor de sus ropas y sus cuerpos; al tiempo que sus ideas quedaban al lado del sostén que acababa de abandonar su cuerpo. La ropa estorbaba, el huracán sexual avisaba su llegada, mientras aquel amante le recorría su cuerpo con una sed que curaba aquellos espacios ávidos y expectantes de placer. Con las manos en lo alto, aquella mujer alababa la versatilidad de una lengua que parecía empeñada en intentar doblarle sus rodillas y terminar de estremecer aquellas cuatro paredes en un climax consagrado a la locura de un grito liberador.
Finalmente el cúmulo de sensaciones que estremecían su cuerpo, ahogaban sus ideas. El cerebro no podía procesar los nombres, recuerdos y eran acribilladas las decepciones: todo parecía rendirse ante el culto que se llevaba a cabo en el vértice que unía sus caderas: pfff este
mae si sabe lo que hace. Se halló diciéndo en voz alta, al tiempo que Ernesto interrumpía su odisea con una risa que incluso permitió que el humor se colara por un momento en aquella danza de cuerpos.
Nada más existía, solo las manos que la guiaban a los pies de aquel colchón celestino, que se preparaba para ser el "Waterloo afrodisíaco" de la Carmen y el Ernesto. Ese lugar donde los cliché se desaparecían en forma de tabú, dando paso a las gotas de sudor que se evaporaban en las partes más privadas producto del choque de 2 cuerpos luchando por ser uno. Representaban el concepto de amor humano y no el divino que le vendían en las calles.
Aquel viaje sideral a la que había sido llevada de la mano (¿y la lengua?) de Ernesto, fue su perdición, pero también su liberación. Horas más tarde mientras el sol se despertaba junto al comerciante de la esquina, y Ernesto yacía a su lado; Carmen permitió el ingreso habitual de sus pensamientos, y fue en ese momento que sintió una felicidad radiante, ahora todo lo anterior le parecía muy distante visto desde el presente, los dolores se habían desvanecido, su cuerpo estaba relajado: en paz, enamorada de si misma, era como si se hubiera vuelto a encontrar luego de tanta neblina temporal.
¿Sería que despertaba también queriendo un poco más al hombre que soñaba a su lado? Carmen sonrió.




Mae o maje, en este contexto entiéndase como sinónimo de asere, che, dude etc.

23 de abril: Día del Libro

Día Internacional de la Tierra

Varios meses han transcurrido desde que hiciere mi última publicación bloggera, referente al medio ambiente. Sin embargo el día de hoy, 22 de abril, como muchos de ustedes sabrán, se conmemora el día Internacional de la Tierra; por eso hoy (y en realidad todos los días) hay que levantar la voz y tomar responsabilidad por nuestros actos, Planeta solo tenemos uno, y si no nos gustaría que se nos queme la casa, que se nos metan a robar, que se nos inunde, que nos boten la basura adentro o quedarnos sin comida; Entonces porque putas seguimos dañando el planeta que es nuestro único hogar?

¡ La madre Tierra necesita una mano !


20 abril, 2010

12 abril, 2010

A la mujer de ombligo crepuscular.

Que la llovizna te roce la piel y te empape de a pocos la cabeza,
que los pies descalzos sientan el suelo que poco pisan,
y que la calma te cobije en el instante que lo necesites.

Que las razones para la melancolía sobren;
y desnudos los sueños
en el tintineo de las estrellas reboten.

Pues de la tormenta nace la fuerza,
porque de la soledad se aprecia la felicidad -en plural-
y los errores forman juguetes del mañana
como la penumbra se debe a la luz.

Las rimas desentonan en las métricas del corazón, tan llenas de incomprensión que las salvan de los juegos mentales que tejen los hilos de la razón. Si lloras los arrebatos casuísticos, si entonas con dolor las melodías; solo mira tus manos, recuerda los besos, celebra la felicidad de la que fuiste protagonista y hoy puedes ser heredera.
Bebe de la ambrosía que nos dejaron los cines y no te arrepientas por lo sucedido; pues partidaria del amor eres, e impávida lo suficiente como para decir (y demostar) que has acariciado la felicidad, pues conquistarla lo has hecho con el empeño de arriesgarse a vivir.

Si hoy ya no estoy a tu lado, y si la distancia se caló en mi verbo como las dudas naufragaron en tu vientre; sientete libre olvidar, resentir o querer a este que te escribe; pues mi despedida es la respuesta a la felicidad que no te puedo dar, pero si al deseo que del amor, espero hayas de encontrar.

09 abril, 2010

Sin carácter devolutivo (si supiera dibujar 2)

Ante la insistencia de una posible cliente:
- ¡Mire señorita, no insista más! Lo toma o lo deja; pero ya le dije que mi empresa no da muestras gratis...

-Cúpido, presidente ejecutivo de Amores Estupidizantes-

07 abril, 2010

En el aire.

Mientras caminaba, caía en la cuenta que la enfermedad que adolece a la humanidad es sencillamente miedo. ¿Miedo a qué? Pues no se me ocurrió pensar en otra cosa más que a nosotros mismos.

03 abril, 2010

Érase una vez lo extinto





Sonando a callejones

I PARTE


"Te quiero pero no te soporto lo suficiente y si seguís así , vas a provocar que te empiece a querer cuando te vayás"

Ya sé que mi palabrería no es la misma de antes y que ahora ambos nos aburrimos, pero es que me atrofia saber que el cariño que te guardo es más de lo que los 2 sabemos que te merecés, concho como siempre no?! ; y ahora quién quiera que se asome por esta ventana podrá decir: pareciera que se marchitaron, o simplemente se dijeron todo lo que quisieron:
- Ya no te presto la atención de antes porque no dicés nada y yo no sé leer mentes. Atrás quedaron las hojas caídas, los momentos en que me decías lo hermosa que era con ese tono de voz tan lleno de vida, y yo te acariciaba; con esa forma tan sorprendentemente única de llegarle a una mujer en que escucharte era hipnotizador, y de la misma forma en que las palabras te salían de la boca, escuchabas cada palabra que te pronunciaba, como queriéndola recolectar en tu memoria por siempre. Pero ya ves, mirá que se equivocaban: hay personas que parecieran existir para estar juntas como nosotros; pero simplemente no deben estarlo.
- Entre nos, ¿sabés que me dijeron el otro día? que soy un insensible, frío y que por qué pareciera mostrar más mi lado negro -como si se tratase de colores- que mi lado bueno. Creo que es porque no quiero mostrar mi soft-side a cualquiera; la verdad no vivo para que me noten las buenas acciones y gestos, sino porque me nace hacerlo, independientemente de si alguien se fija, y la satisfacción de haber actuado bien me llena; no el haber sido un hipócrita que se viste con actitudes y expectativas falsas, cambiando cual camaleón: Ser original no tiene precio.
- No me sorprende, pero el orgullo hiela la sangre cuando no deja entrar calor al corazón, y sin embargo me pregunto que harías si ellas se dan cuenta de lo que "s.o.s"; si te conocieran la mitad de lo que yo te conozco. Pero cambiemos de tema: ayer que salí con fulano lo quise besar, los pormenores seguro no los querrás saber; pero en fin, ya sabés como soy, hoy me gustan y me vuelven loca, pero mañana me dan ganas de salir del manicomio y fugarme un rato para descubrir nuevas maneras de internarme con alguien.
- Sí, me enteré de esa salida, y me decepcioné. Pero así como dicen que la necesidad tiene cara de perro, también se oye que mejor solo que mal acompañado... Ahora que veo tus labios no dejo de pensar que tus besos parecen dejar el mismo efecto que cuando me levanto de cada cama: vivir es una excusa inacabada de robarle aire a otra, o a otro en tu caso
- Pero vos les escribís yo no.
- Ah, pero yo no las martirizo cada semana invitándolas a salir: puros clavos en la esperanza.
- ¿Y que querés que haga? me caen bien así que aprendé a vivir con eso.
- Liberálos, ¿ o es que no te son suficientes los ramos de flores que tenés a los pies como trofeos? Al menos lo que escribo no hace daño a nadie.
- ¡Por favor! has leído lo que escribís, eso muchas veces solo resulta la cereza en el pastel de lo que has hecho.
- ...Llego a la conclusión que las únicas conversaciones en que sostenemos un interés duradero, se dan cuando se puede respirar una atmósfera sin oxigeno, de desidia y de pedazos rotos que ya no se pueden unir.
(él le limpia la lágrima que le baja la mejilla)
- Cuanto empeño hemos puesto para destruir todo, aún cuando ya no queda nada.
- En algo te equivocas: quedamos nosotros dos, y pese a todo siempre he sabido aceptarle a mis amigos y compañeras de oficios esporádicos, que solo contigo he querido ser un mejor hombre aunque me mate saber que eso no te alcanza para ser feliz.
- El problema es darse cuenta que la persona que me desea una felicidad genuina, sin intereses de por medio, sos vos.
- Tendremos que aprender a vivir con eso, con esta guerra que alquila momentos de paz. Y pensar que nos encontramos y pudimos llevar tan bien que parecía exagerado que una delicada hoja pudiera volar tan alto con solo el impulso del viento...
- Y luego de eso que pasa? que tengo miedo a que te quedés callado.
- Nada, ¿nos olvidamos no?
- Supongo que sí.
- De por sí, con o sin nosotros el mundo seguirá girando.
- Pero, ¿y tú mundo y el mío?

Eran las 4 y 55 de la mañana, y las luces de las estrellas ya desaparecían.