09 noviembre, 2010

EL VIEJO Y ATHOS

Con unos pies descalzos y pantalones negros sentado al lado del camino; le buscaba formas al cielo negro. Con el bullicio en silencio y con la luz del fuego más próximo como si se tratara del guía gurú y bohemio que le mostraría el silencio indescifrable de la una de la mañana, aguardaba callado junto a su perro Athos.
-Pareciera que los sonidos se han ido a dormir junto a las personas que envejecen con los sueños de cada noche-. Le dijo al perro Athos mientras malabareaba su libreta. - Los sonidos de la gente sí, pero el sonido del mundo nunca cesa, mira que si prestas atención, las voces a esta hora están hechas para que las retrates con uno de tus versos-. Le contestó Athos.
- ¿Ah sí? ¿Y quién está hablando?- Preguntó con curiosidad.
- La brisa por darte un ejemplo-. Y ante la mirada inquieta, Athos continuo: - La brisa hombre, ¿acaso no escuchas que te habla de frío, de tiempo que pasa, de voluntad para sacarle la risa a ese árbol al frente nuestro con un ligero cosquilleo en sus ramas? Cuando logras acallar las voces de lo que quieres oír, es cuando comienzas a notar los diálogos que pasas siempre por alto. Mira que los rastros del pasado se han escrito en la bóveda del mundo que hoy nos cubre de estrellas y tú ni siquiera te has dado cuenta
- ¿ Y tú como sabes de todo esto Athos?- El perro movió su cola negra, le ladró a la luciérnaga que pasaba, y justo antes de perseguirla, le contestó: - Porque no he dejado que los sentidos me digan cuantos colores tiene un arcoiris, porque he aprendido a que mi pensar lo haga reír el viento de la libertad...
De esto ya hace muchas temporadas, y sin embargo la imagen que quedó luego de aquella conversación, en la que aparecía un perro correteando a algún bicho que no se distinguía; todavía se conservaba en la mente del viejo el día que el viento en su último viaje, lo llevó al lugar en que la lluvia brillaba al Sol.
Nadie volvió a verlo, pero hay quienes cuentan que yace junto a su perro Athos en el lugar donde nace cierto arco de colores.



Quisiera agradecer a todas y todos los que de manera infinitamente generosa me han regalado sus palabras en momentos en que la luz se ha empeñado y se ha recubierto de espesa amargura. Y aunque todavía las horas pesan y las hojas caen con dolor, he sido testigo de que las letras siempre se abriran paso más allá de las sombras para terminar por llevar luz a los senderos que gobiernan la razón y el corazón.
Los quiere sinceramente,
Alejo

11 comentarios:

  1. Mi hermano, a veces las voces del silencio se cuelan entre mensajes sonámbulos, nos poseen con el demonio de la verdad y nos hacen decir desde lo más profundo palabras de aliento, así que has caso a mis demonios, que tu salida del bache se está mientras escribes sin la ruta predestinada, adelante mi hermano, que no estás solo en la incertidumbre.
    Mike KJ!

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  2. Estuve igual alejada.. pero tu bien lo dices.. las letras siempre se abren paso mas alla de las sombras...

    Recuerda que aunque las horas pesen... todo a su tiempo pasa.

    Una sonrisa desde mi tiempo.. hasta el tuyo. Seguimos... :)

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  3. Me encantó esta frase "Porque no he dejado que los sentidos me digan cuantos colores tiene un arcoiris"... nos decimos libres pero decidimos atarnos a parámetros sociales, por voluntad propia, o sin darnos cuenta... pero al fin y al cabo estamos plagados de reglas que seguimos... animales de costumbres.

    besitos, y me alegra que sigas escribiendo, que tengasu un poquito más de ánimos para seguir adelante.

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  4. Vecino!!! que alegría verte, y con una historia que nos enseña a ver más allá de los sentidos, talvez eso es lo que nos tiene jodidos, el no escuchar lo que nos dice el viento!
    Te mando un besoso desde lo más profundo, y te lo hago llegar con el viento, ese que en este momento te esta hablando ;)
    Arriba!! vamos :D

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  5. Feliz regreso.

    Todos los momentos son buenos para filosofar, aún cuando nuestro público sólo sean plantas y/o animales que nos miran sin, en apariencia, comprender.

    Saludos

    J.

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  6. Me alegra verte de vuelta, Alejo, y más verte ne forma con este relato.
    Mi deseo de que todo vuelva a su cauce y que poco a poco esas sombras acaben por desintegrarse. Echarles luz, con tus palabras, con todo lo que tengas a mano.
    Un abrazo.

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  7. Por aquí ando entre tus cosillas... Feliz semana que se nos cae encima...

    Saludos y un abrazo.

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  8. Porque no he dejado que los sentidos me digan cuantos colores tiene un arcoiris, porque he aprendido a que mi pensar lo haga reír el viento de la libertad...
    faaaabuloso!! Alejo... me quedo con muchooo ....un abrazo!! :)

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  9. Mi estimado, las letras acompañadas de la acción terminarán redimir las rutas que pareciera no llevan a ninguna parte...

    Arya, cálida sonrisa que con placer me hago destinatario. Y sí, seguimos indudablemente

    Nayuribe - Animales de costumbres. Definitivamente! y tan bestias que siendo animales nos plagamos de ataduras. Besos de vuelta.

    Querida PaU, en efecto, estamos jodidos por ser condenadamente sordos de tacto al viento, al viento humano concretamente. -Besoso recibido-

    Jose Lo has dicho, todo momento es bueno cuando de alimentar la cabeza se trata, el público? pues a veces es un efecto colateral. Un abrazo.

    Raquel Siempre llama la palabra escrita, que se puede hacer, sino dejarse seducir y dejarse iluminar. Un abrazo enorme.

    Hiperión, tenga completo antojo de pasar por esta "estantería" de palabras, y que las semanas sigan cayendo. Un fuerte abrazo.

    Bett, y dejá que yo me quede con una porción igual de grande, que con el fabuloso, de repente se asoma una sonrisa. Un abrazo teñido de capricho.

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  10. Muchos ánimos, te sigo leyendo. Coincido con Nayuribe en cuanto a esa frase.

    Abrazos

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  11. Jajaja Ángel pues gracias, abrazo múltiple.

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