05 septiembre, 2010

SIMPLEMENTE

Recordando al joven que le escribía a las madrugadas de la ciudad en penumbra, escribía que era inevitable; simplemente porque no quería despertar junto a nadie que no fueras tú. Caminando en línea recta pero distraído en cada esquina, estaba seguro de llegar a ninguna dirección, sin vestigios de decirle un te amo o un te quiero, sin querer pensar en nada, los huesos trémulos solo rozaban la carne cuando no podían pensar más que en ti. Y ciertamente los tiempos eran difíciles, y se pondrían más intrincados los caminos por recorrer, pero la certeza exacta del humor clandestino dibujaba un inevitable, no podía ser como otra cosa, más que la contradicción de no querer despertar lejos de esa cama. Comprender que acostarse y ganar el respeto de una mujer eran ambos antónimos de una misma ecuación que se llama mujer, era un privilegio que pocos atendían simplemente porque no podían descifrar los rastros de las estrellas. Y cuando los vientos vacilaban que era un tonto, no podía más que asentir, simplemente porque no quería despertar sin ti.
Y cuando el blues es el sentimiento, las letras solo aparecen; aún cuando tu espalda desnuda provoca que mis ideas se nublen, lluevan, naufraguen o brillen con el azul del cielo; una noche nunca es suficiente cuando solo se permite embriagarse de perfume. Razones sin motivos abundaban justo cuando el joven se despedía. Porque no podía evitarlo, una mujer se había tropezado con sus zapatos, había desteñido sus jeans, tejido su piel y humedecido sus labios. Es inevitable, no podía hacer otra cosa que en las despedidas pensar en otra que no fueras tú. Sin arrepentimientos, con mil hazañas a las cuales sobrevivir y con la conciencia que el odio ni el amor existían entre ellos, pensaba que solo cabían momentos por los cuales sobrevivir. Pero cuando la voz ajena del joven se atrevía a saborear el dulce roll del rock, siempre sonaba un blues que lo hacía recordar que la vida se encaprichaba sin importar los años, en recordarle que para caminar hay que dejar de gatear, que la vida se compone de la piel tostada por el sol que ha quemado a tantos otros, y que ahora brilla en el mismo cielo que más tarde dará paso a la luna que acompaña al hombre que sin poder escapar de su vida, le roba pensamientos al frío para poder calentar un cuarto: simplemente porque ahora que te ve dormir, no quiere pensar en otra que no seas tú.

9 comentarios:

  1. De seguro muchos otros dirán cosas similares, pero con tu texto me recordaste a una etapa de mi vida que no sé aún si quedó del todo atrás.

    Saludos

    J.

    ResponderEliminar
  2. Por eso adoro los Blues.
    Un idioma universal de sentimientos callados. Simplemente

    ResponderEliminar
  3. Fue un viaje en el tiempo este texto. Una etapa de nuestra vida que nos puso a reflexionar, que pensamos que nunca íbamos a superar, y que nos hizo dudar, pero que al final pudimos sacar adelante.

    Buen post amigo, un gusto reencontrarme con tus letras, nos seguimos leyendo, un abrazo!

    ResponderEliminar
  4. Y es q las despedidas en la mañana son crueles... uno quisiera q la noche no acabara, o q en el día ninguno tuviera q alejarse...
    Sólo nos queda disfrutar ese ratito q el tiempo nos regala, e intentar q cada vez dure un poquito más.
    besitos

    ResponderEliminar
  5. Ha sido un placer este cuento de buenas noches. Hasta mañana.

    ResponderEliminar
  6. Primeras.. segundas.. hasta en tercera persona.. no importa. Simplemente esto vino de adentro!

    Que bello!

    ResponderEliminar
  7. Sin Palabras, solo me dejaste suspirando...
    Y si uno quisiera q todo fuera eterno...
    besos

    ResponderEliminar
  8. Es raro lo que me pasa cuando te leo, me identifico y mucho con ciertos hilos, además, tienes una forma tan particular de expresarte, me encanta.
    Sabes, a veces, creo que aquello que amamos o deseamos es lo que menos podemos acceder o se hace cada vez más pequeña esa posibilidad.
    Te leía y no pude evitar recordar algo...

    Te devuelvo el beso y agrego un gran abrazo :)

    ResponderEliminar
  9. José Un placer haber propiciado eso (espero que un buen recuerdo)

    Robërtier A veces la mejor manera de escuvhar música es solo sentirla.

    Pablo Precisamente, a pesar de dudar, seguir adelante, no?!

    Nayuribe y cuántos no se desvelaran pensando como alargarlo cuando el tiempo se empeña en ser implacable!

    Alba Cuento de buenas noches... esa valió una sonrisa.

    Arya jaja, que risa que te fijarás en el detalle de las personas.

    Fer o querer un suspiro eterno que acabara con las palabras...

    Mili Honrado de transmitirte tanto, mientras tanto me robo el aveces.

    Saludos y mi cariño para tod@s.

    ResponderEliminar