28 mayo, 2010

Labios para besar, anestesia para recordar


Melancolía de las sirenitas del amanecer, que encallan a los pobres diablos que se tragan su cantar; no me creas más que las mentiras que te convienen, que si te escribo es para que le duela a la verdad. Que por la maldita que me roba el sueño de París, cierro ahora los bares con la andaluza que me acusa de colarme en las sabanas de su corazón. Recuerda que los pendejos con armaduras no suben al balcón de tu ventana, ni te encienden el cigarrillo que ya no quieres fumar. Mata a la razón, esa que te ahoga al corazón. Guarda el abrazo sin par, prende la cerilla de la felicidad, y regálate un diciembre, que todo empieza con un final.
Morena de mi vanidad, que en las tardes canjeas mi ropa por tres besos, un paraíso de calentura y dos sonrisas al contado. No me pidas mi alma que para eso te llevaste el corazón, y recuerda que el placer es enemigo del pensar; que a la cama sin la matemática se va.
Borrones y cuenta viejas, que disfrazadas de nuevas, te esperan a la vuelta de la esquina; aparcan junto a los romeos que seducen con banderas, canciones para llorar, números para sumar, charlas sin acabar, y tus pensamientos si queremos redundar. Porque para actor no nacemos, pero quien no cree en su papel no lo vende, y tú que me guiñas el ojo y yo que te toco la faldita de mariposa, un escote de collar, las ganas de no disimular, un reloj titiritero, la libertad para conquistar y el orgullo para no ceder. Todo pasa, y de a poco los fulanitos me creen el masoquista solitario que le regala arcoiris nocturnos a la porteña que con sus caderas pesca la inspiración, roba la razón y muestra la fatalidad. La que sabe a mate, la que conjura al hablar y me absuelve al pecar. Ella, la rubia de paso ligero que escribía en servilletas y se rasuraba para huir más de prisa. La que tentaba con un tatuaje, y sin lágrimas se despedía, mientras despreciaba a las bocas que hablan pero no saben besar.
Y al final, puede que solo halla un acordeón de recuerdos, un mariachi sin José Alfredo, un sueño sin emoción, un vuelo que se aleja de Morón, un piercing huérfano de besos, una braga nueva, dos condones cerrados y varios litros pendientes para sudar. Pero no te aflijas, que para las musas siempre será de noche y para los poetas de madrugada, que siempre habrá una hija de puta por quién sufrir, así como un bastardo que olvidar.

16 comentarios:

  1. Por un momento, me has recordado a Sabina.

    ResponderEliminar
  2. Sin dudarlo, además es de excelente calidad la lidocaina que has utilizado.
    Usted es un genio de las letras.

    Néctares

    ResponderEliminar
  3. este se ha convertido en uno de mis blogs predilectos! tiene tanta pasión y está tan bien dicho todo que es increíble! Por dicha no se tomó la pausa ;)

    ResponderEliminar
  4. Idem del anterior. Muy sabinesco.

    Me encanta leerte.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Todo un tango, todo un tango tus letras... NO por eso menos sentidas, ni menos elocuentes...

    un abrazo
    druida

    ResponderEliminar
  6. Me pongo de pie.. y te aplaudo Alejo!!

    Y una cerveza mas.. si, brindo por las hija d p.. y los bastardos. AMEN!

    "...que todo empieza con un final.." Sabio hidalgo ; )

    ResponderEliminar
  7. Como siempre increible... pareciera que las letras te salen como respirar y se unen con la goma de tus madrugadas, porque como decis, simpre tendras madrugadas.
    Besos!!!!

    ResponderEliminar
  8. Un pájaro sin alas, un sol sin luz, un vaso sin licor, una botella sin cristal o una cuerda corta a la que no se le encuentra un final. Totalmente de acuerdo: MUY Sabina.

    ResponderEliminar
  9. también se ponerme bastante cuadrada,si quieres

    :-) gracias por tu visita.

    ResponderEliminar
  10. Maheba, Una blasfemia conjugada con la oración de los amores reiterados.

    (Acá voy a hacer un compilado) eMiLiA, Paciente y Juanjo jajajaja que se yo... no le mentemos la madre a las letras del Sabina, es mi manía de buscar sinsentido a las metaforas.

    Néctar un adjetivo muy grande para unas botas pequeñas querida, pero con mi corazón incongruente solo me queda agradecer a las historias que me se cruzan para que las robe, el mérito no es mío yo solo transcribo.

    Srta Volio, Oa, lo que buscás con ese comentario es sacarme una sonrisa!

    Mr. Druida, creo que a veces solo es restarle sentido a lo que solo se siente, como un tango -vamos, no quiero ofender a ningún compatriota sudamericano poniéndo tango y Alejo en la misma frase!-

    Arya, permití que me incline y te bese la mano mujer, luego, luego la borrachera!

    PaU, arriba atentaban con hacerme sonreír, vos tratás de sonrojarme en las madrugadas.

    A las páginas de un diario se lee lo que se merece.

    Entransicion, jajajaja


    Ciao

    ResponderEliminar
  11. Una vez que ha hablado el doctor gracía, y como es mi costumbre, una vez cerrado el diálogo apunto:

    la entrada anterior empezó varios años atrás, copas por montones, cigarros a diario y más de una fulanita que alguna vez me pregunto si era quien limpiaba las oficinas (a propósito de los mariachis)

    ResponderEliminar
  12. Jajaja, en realidad empezó en las copas del jueves, en las historias de 3 fulanitas, de las preguntonas y poco respondonas, salvo la que huele a Europa. Pero como se dió cuenta mi estimado no hay exclusividad literaria, pero bueno este doctor (de no sé qué!) le prescribe una buena dosis de risa, de esas que dejan las preguntas de fulanita! jajajajaja

    ResponderEliminar
  13. Un café cuyo humo se escapa por la ventana.
    Un bolero a tono quedo por la radio. Leer esta entrada.

    Son coincidencias que no suceden a diario.

    ResponderEliminar
  14. Robërtier, Un bridis por ello!

    ResponderEliminar