03 febrero, 2010

Como la moda, dicen: Cíclica.

Una semana y 3 días han transcurrido desde el prólogo con Sara. Una semana desde que terminó con Sofía. Tres paquetes de cigarrillos consumidos en 6 días. Dos días meditando para hallarle un por qué a la tijera que cortó a Sofía. Unas horas de más para encontrar la explicación. Cero los tragos de licor que ha ingerido. Cuatro los días que rebusca una razón para negar a Sara. 5760 los minutos que se han acumulado en la mente producto de Sara. Una razón para no practicar la eutanasia al amor, 5 minutos de las últimas 5 horas en que ha pensado hacerlo.
-Lo que pasa es que soy un idiota, un idiota que se maja los dedos cuando trata de cerrar la puerta. Un idiota que piensa estar perdiendo el juicio por no dejar de pensar en ella. Un idiota enamorado hasta el cerebro...
Han transcurrido un par de horas, y Ernesto ha decidido llamar a Sara. Toma el teléfono, pero cambia de opinión, en lugar de digitar el número telefónico, decide dejarlo descolgado; así que golpea su cajetilla nueva, extrae al repelente de pulmones, ese que está marcado en sus dedos, y se lo lleva a la boca. -Es curioso, me doy cuenta que eres como este cigarro, te podría fumar tan rápido creyendo que te haría desaparecer de una vez por todas, y sin embargo estaría equivocado, porque te terminarías alojando dentro de mí; y aún sabiendo esto te sigo fumando. Creo que todo este tiempo he tratado de encontrarme, pero mi cálculo existencialista falló, la ironía se vengó y no me percaté que el significado de conocerme era conocerte. Fue en ese momento que se percató que aquella tarde en que se reencontró con Sara había hecho lo correcto, no había vuelto a sacar el tema que lo atormentaba, no incomodaría más a aquella mujer haciéndola ser público de las infamias sentimentales que habían soportado los peores embates con un estoicismo que si pudiese catalogar cualquier experto utópico que se dice comprender el amor en las personas, definitivamente hubiera catalogado al corazón de Ernesto como un guerrero sin par, dispuesto a caer en sacrificio en las horas más aciagas, dispuesto ajugarse la vida en la oscuridad de la que huyen los demás, todo por un ideal del mismo matiz que los unicornios azules, por la frase de dar hasta que duela, por vislumbrar la sonrisa de ella, en fin; que carajos Ernesto se dijo, lo hiciste por Amor.

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6 comentarios:

  1. Me quedo con unas palabras en particular en medio de esta marea de sentimientos que me dio leerte.

    Aquella de conocerte para conocerme. Quizas pasa mucho tiempo hasta que experimentamos esa sensación, pero cuando por fin la vivimos, es clara como el agua. Y no entendemos cómo pudimos estar tan ausente de ella.

    Pero creo, y a veces se demuestra empíricamente, que siempre avistamos el resultado cuando ya pasó, cuando la cuenta está terminada. Quizas nos sirva para un futuro no muy lejano, quizas no; a veces creo que repetimos los patrones, pero siempre tengo la certeza de que en el fondo sabemos lo que queremos, quienes somos, y quien nos da la pauta para llegar a ese saber propio.

    A veces en tan solo animarse a descubrirlo...

    Un abrazo

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  2. mi unicornio azul se me perdio.

    "cuando el poder del amor sobrepase el amor al poder el mundo conocerá la paz" aunque bien, espero que en ese momento mi percepcion sobre el amor como un egoismo puro. cambie.

    te amo porque te necesito.
    te necesito porque te amo.

    que calada!

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  3. Tienes finales de disco. Son algo así como un vinilo sonando en un viejo tocadisco, exactamente cuando alguien llega y quita la aguja violentamente. Y se escucha ese rasguño y luego queda un silencio sosteniendo alguna nota.

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  4. "te podría fumar tan rápido creyendo que te haría desaparecer de una vez por todas, y sin embargo estaría equivocado, porque te terminarías alojando dentro de mí; y aún sabiendo esto te sigo fumando."

    Yo alojaré esto que escribiste dentro de mi!

    Un abrazo!!!... y sin caer en la repetición reitero que ME ENCANTA leerte!

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  5. el significado de conocerme era conocerte, esto me hizo acordar a Julito cuando dice "sos mi espejo, es decir que para verme tengo que mirarte" o algo parecido. Usted, siempre logra crear esos climas tan suyos, Señor. Un abrazo, amigo.

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  6. Atrasadísimo respondo.
    Ale. Sos sencillamente Genial, tu blog es una oda al escribir bien, con personas que escriben de tal manera siempre resulta un honor que pasen por acá.
    Astu... Silvio y su unicornio :P y sí, que calada!
    Paciente, esperemos que la nota se suspenda lo suficiente para ir pensando en el siguiente disco!
    PaU, sos un amor definitivamente.
    Palabrota, eso de Julio está pffff enpequeñecido ante el recuerdo de Tan estraordicario escritor.
    A todos, como ya saben: infinitas gracias, que me voy con una sonrisa

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