Porque cuando la tristeza intenta colmar la vida, el corazón nos enseña que lo mejor que nos queda es cantar, porque con cada canto renunciamos al miedo del fusil enemigo. Porque el perdón es más difícil pero también más grande que el rencor. Porque perdonar es amar, y amando es la única forma de vivir. Porque en Chichicastenango aprendiste que podías ser feliz porque nos dejabas una canción y nosotros que una canción nos bastaba para ser felices. Porque recordamos que no hay mayor sabiduría que la alegría. Que no hay fronteras solo hermanas y hermanos. Y por eso a pesar de todo hoy juntos cantamos que este es un nuevo día para ser feliz.
Gracias hermano, gracias Facundo.
Lamento el terrible asesinato del cantautor Facundo Cabral, no encuentro ninguna explicación posible, ni más palabras que añadir a tanta violencia, terror y crueldad de esos sicarios...
ResponderEliminarun abrazo.
Ésas son las palabras correctas. Siempre nos va a quedar algo por lo que ser feliz.
ResponderEliminarSiento que corrompo comentando. Pero no puedo estar más de acuerdo y no hay mejor momento en el que se descubre todo esto.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Qué bueno, que escribas.
ResponderEliminarSaludos.
Suscribo tus palabras sabias. Y un recuerdo para ese vagabundo del mundo.
ResponderEliminarAbrazo!!
NO lo conozco, pero después de tu escrito, me entran ganas de conocerlo...
ResponderEliminarBesicos
Ni siquiera los fusiles conseguirán erradicar el canto y la felicidad que se siente al hacerlo.
ResponderEliminarLa injusticia, poco a poco, está logrando infiltrarse en todo los aspectos de la vida, ahogándolos, suprimiendo todo lo demás...
ResponderEliminarY parece que no nos damos cuenta...
Saludos
J.