28 abril, 2011

Belleza

  Música de Pedro Ferrer (continua en el primer comentario)


No quiere soñar despierta, ella que cobra por lo mucho que regala. Quizá repetida e innombrable consigo misma, pero tierna y grácil para con la injusta mala palabra. Tiene piernas largas y aguarda paciente sobre la calle, entre esquinas infinitas y peatones ausentes. Ella se distingue con su vestido de gala; el lila amanecido abraza a la noche mientras el frío no alcanza a congelar lo que esconde en sus caderas. Invita a los amantes a pagar por quitarle cada mañana la ropa del ayer. Carga en su bolso el beso de la infancia, el corazón con lluvia y un Quijote de páginas arrugadas.
La clandestinidad le cobija y siempre se arropa luego del placer ajeno. Se pinta el amor de forma elegante con su ya consumido labial. Siempre camina lentamente y con comisura traviesa roza ilusiones que pastan en veranos faltos de calor; ella de belleza inacabada. 
Hablamos de la banquera de caricias y lágrima dura, que por nosotros hoy encarcela el prejuicio de sus deseos tras el negro de sus ojos y el amargo de su sexo. El polen crece en su piel sin la necesidad del Sol: oculto de la tristeza que corre por sus venas y que antes del despertar se apaga, como recluyendose de los curiosos sentimientos que quedan en la garganta y amenazan con despuntar al alba; ajenos a los ojos de golondrina y primavera que la esperan en casa.

26 abril, 2011

Las patas del comercio

Malagradecidos, les di años de mi vida y así me pagan: son unos mercenarios h... Y mientras todos los días se escuchaban los gritos del chino por lo mal que pintaba su economía; la gente del barrio decidía comprar en el nuevo minisuper construido: no por ser mejor, sino por  quedar más cerca (al otro lado de la calle). 
Parece que caminar también se vende a precio de costo.

23 abril, 2011

De saltos y princesas


La mañana estaba perdida y las montañas florecían en azul. Y como la explosión del cigarrillo al estrellarse contra el suelo, se le termino apagando la ilusión de vivir sin la soledad de a uno. Entre las sabanas despertaba la silueta de un muerto repetido con sabor a perfume y a labial ajeno. Se sentó, y percibiendo su voz ronca, prefirió pensar en la certeza que el viento (o ráfaga; como se autocorrigió en aquel instante) del amor ya lo había usado, la experiencia arruinado y la edad finalmente alcanzado. Vaya vida esta, pues ya parecen no quedar princesas ni basta probar solo con besos.  Fue lo último que dijo la rana antes de atravezar las puertas del repetido presente sin mañana y con resaca a desazón.



Y como buen  23 de abril, les recomiendo "El Puente de Alcántara" de Frank Baer.
Felíz día del libro.

P.D
Felíz cumpleaños Ángel ,vaya día para cumplir años eh?!

07 abril, 2011

Bolsillos vacíos

He perdido la objetividad. No soy más que el vidente callejero que transita un incierto pasillo al eco de un sonido advenedizo tan lejano y frío que enmudece el rotundo viento de la soledad. De repente siento polvo y mariposas; el resto es locura.

01 abril, 2011

Placer críptico

No entendieron cuando con el lápiz gritó: "¡Aprendamos a jugar sin reglas para dejar de tomarnos tan en serio!"
-Qué putada representó aquello para el control-


Homenaje a Ellas y Ellos.